Nunca se ha hablado tanto del dolor de regla desde que el Gobierno dijo de incluirlo como causa de baja médica. Esto se ha hecho asociado también a una enfermedad rodeada históricamente de cierto tabú y desconocimiento: la endometriosis, una tumoración de la mucosa que recubre el interior del útero y se expande por los órganos que rodean la zona pélvica.
Isabel Vielsa, ginecóloga y directora médica de Clínicas Eva, señala que esta enfermedad crónica, congénita y benigna puede dar lugar a un dolor tan intenso y agudo, que altere por completo la calidad de vida de quien la padece, más aún si tenemos en cuenta que puede ir acompañada de sangrado abundante. «Según los informes sanitarios globales, la padecen el 10% de las mujeres en todo el mundo, unos 170 millones de mujeres en el planeta y dos millones en nuestro país».
Sin embargo, y a pesar de su potencial dañino, no es la única enfermedad que puede producir reglas dolorosas. Vielsa cita también la adenomiosis, los miomas o pólipos uterinos, la enfermedad inflamatoria pélvica o quistes ováricos. «La adenomiosis es una 'enfermedad hermana' de la endometriosis y ambas pueden confundirse por sus síntomas. Se produce cuando el endometrio, en lugar de salir fuera de la vagina, se infiltra en el miometrio y al deshacerse forma unas lesiones llamadas lagunas o nódulos de adenomiosis».
Su origen es variado y no está del todo claro. La ginecóloga explica que puede aparecer tras una cesárea o después de haber sido madre en varias ocasiones. «También puede deberse a traumatismos causados, por ejemplo, en una cirugía. Puede aparecer conjuntamente con la endometriosis y su síntoma principal es un sangrado menstrual mucho más intenso y doloroso».
El origen de la enfermedad inflamatoria pélvica, es, por otro lado, de carácter infeccioso. Vielsa manifiesta que las relaciones sexuales sin preservativo pueden dar lugar a un contagio bacteriano (clamidia, gonorrea y mycoplasma genitalium, entre otros) que afecte a varios de los órganos reproductivos femeninos, sobre todo, a los ovarios, las trompas de Falopio y el cuello de la matriz. «Esta enfermedad, que puede causar sangrados irregulares y abundantes, produce un dolor intenso en la parte inferior del vientre y puede persistir incluso acabado el periodo de menstruación».
«El dolor es también uno de los síntomas característicos de los miomas uterinos, también denominados leiomiomas. Se trata, al igual que sucede en la endometriosis, de tumoraciones benignas que raramente pueden desembocar en tumoraciones malignas del útero», expone la ginecóloga. Esta añade que es una patología muy común que se asocia al sistema hormonal y al estilo de vida y que puede llegar a afectar al 80% de las mujeres a lo largo de su vida reproductiva. «El dolor que producen, sobre todo en la parte baja de la espalda, es una de las maneras más comunes de diagnóstico».
Por último, desde EVA citan también los ovarios poliquísticos como factor desencadenante de menstruaciones y también de ovulaciones dolorosas. «Distinta al SOP, el Síndrome del Ovario Poliquístico, esta patología se da cuando el tamaño del ovario es mayor de lo habitual y se tiene un mayor número de folículos. Puede darse en uno o ambos ovarios y cursar con dolor, aunque en este caso la intensidad suele ser menor que en las enfermedades antes mencionadas».
En cualquier caso, matiza Vielsa, «no podemos hablar de regla, sino de reglas. Para cada mujer la menstruación es distinta y puede serlo incluso cada mes. También lo es cada una de estas patologías y la vivencia individual del dolor».
Menstruación y deporte
Todavía hay muchas mujeres que siguen teniendo dudas sobre si es bueno hacer deporte con la regla. Aunque los expertos lo recomiendan, es necesario saber que el cuerpo de cada mujer es diferente y no todos responden de la misma manera al ejercicio físico.
Según un estudio de INTIMINA, 6 de cada 10 mujeres (60%) afirman que la regla tiene un impacto negativo en su rendimiento deportivo: «el 80% de las mujeres encuestadas se siente con menos energía y un 60% se siente con menos fuerza». Además, las españolas apuntan también a los cambios de estado de ánimo (28%), la fatiga (25%) y la inflamación (23%).
Por otro lado, para poder explotar al máximo su rendimiento deportivo, el 31% de las encuestadas planifican sus entrenamientos en función a su ciclo menstrual y casi 4 de cada 10 mujeres (38%) están más motivadas para el ejercicio cuando no tienen la regla.
La doctora Shree Datta, ginecóloga y colaboradora de INTIMINA, afirma que «la dieta y el rendimiento deportivo pueden verse afectados en los días previos y durante la menstruación». Por lo que recuerda que conocer tu ciclo menstrual puede ayudarte a escoger mejor tus rutinas y seleccionar mejor los ejercicios según cada fase.
Irene Aterido, sexóloga, experta en ciclo menstrual y colaboradora de INTIMINA, manifiesta que «el ejercicio hace que el cuerpo segregue endorfinas y que la percepción del dolor sea mucho menor. También ayuda a aliviar la inflamación que se produce durante la menstruación. Además, las mujeres que realizan ejercicio de forma habitual desarrollan una mayor tolerancia al dolor, por lo que los síntomas del síndrome premenstrual y la regla son más llevaderos».
ABC
Foto: Adobe Stock