Decenas de trabajadores recogen y clasifican miles de chiles en la ciudad de Sariakandi. No necesitan formación, ya que les resulta natural identificar los chiles malos por su color, explica el fotógrafo Sikder Mesbahuddin Ahmed, el autor de la instantánea. Sin embargo, no es un trabajo fácil debido a la especia. Una vez que se separan en esta granja, conocida en bengalí como chatal, el producto se seca antes de triturarlo para convertirlo en polvo.
National Geographic