La Policía uruguaya detuvo en la frontera con Brasil a un hombre en calidad de sospechoso principal del asesinato de la adolescente argentina Lola Chomnalez, ocurrido en el balneario de Valizas, Rocha, el 28 de diciembre de 2014. La información dada por el corresponsal del Canal 10, William Dialutto, da cuenta de pruebas que permitieron dar con la identidad del asesino en base a muestras de ADN tomadas hace 14 años.
El director de Comunicación de la Fiscalía de Uruguay, Javier Benech, confirmó la información a TN: “Es una noticia que está en pleno desarrollo. La fiscal de Rocha me transmitió que efectivamente hay una persona detenida y que estamos hablando del presunto autor del homicidio. Obviamente hay que profundizar en la investigación, faltaba encontrar al autor”.
“Esta etapa de la investigación es reservada y la fiscal en estas horas va a resolver efectivamente qué es lo que sucede. Si la fiscal solicitó la orden de detención, es porque tiene elementos suficientes como para proceder”, agregó Benech.
Los familiares de Lola se habían reunido hace pocas semanas con el fiscal general de Corte, Juan Gómez, para reclamar avances en la investigación sobre el crimen que a 8 años de ocurrido no pudo ser aclarado, más allá de un detenido en calidad de co-autor.
En 2019 la Justicia había procesado a Ángel Moreira, apodado “El Cachila”, por coautoría de homicidio. La jueza del caso indicó que el hombre había estado con la adolescente hasta el momento en que murió y que incluso luego le tomó el pulso para corroborar que había muerto. El mismo año un Tribunal de Apelaciones ratificó el procesamiento.
El nuevo detenido es un hombre de 39 años que tiene antecedentes por delitos por lesiones personales en 2003 y de violación en 2009.
En estos momentos, abogados de la familia de Lola están viajando a Rocha para estar en las nuevas instancias judiciales.
Los padres de Lola Chomnalez, Adriana Belmote y Diego Chomnalez.Hernán Zenteno - LA NACION
Quién es El Cachila
Ariel Moreira, alias “El Cachila”, fue uno de los primeros sospechosos detenidos por el femicidio de Lola Chomnalez, la adolescente argentina de 15 años que a fines de diciembre de 2014 fue asfixiada cuando paseaba por la playa en Barra de Valizas, un balneario agreste del este uruguayo. Él admitió haber tenido contacto con la chica en sus minutos finales. Pero su ADN no apareció entre los objetos de la víctima. Por eso, una fiscal uruguaya pidió, en un procedimiento escrito, que se lo condene a diez años de cárcel por encubrimiento.
El pedido fue formulado en el marco de un proceso escrito por la fiscal del departamento de Rocha, Jéssica Pereira, ante el juez de Primera Instancia de esa jurisdicción, Juan Manuel Jiménez Vera, quien deberá resolver el requerimiento en los próximos días.
Juan Williman, abogado de los padres de Lola en Uruguay, explicó a la agencia de noticias Télam que la fiscal pidió dicha pena por el delito de “encubrimiento” para Moreira, un cuidacoches de 36 años al que los peritajes psiquiátricos y psicológicos a los que fue sometido lo señalan como “mitómano” y con tendencia a irritarse y perder el control de sus impulsos, con desprecio a los derechos de los demás.
Moreira fue detenido por segunda vez el 20 de mayo de 2019; la primera había sido en abril de 2015, cuando fue liberado rápidamente por falta de pruebas en su contra. El Cachila admitió, en su indagatoria, que se había cruzado con la víctima en la playa el 28 de diciembre de 2014 y que le había ofrecido “una estampita”, pero que luego ella se sintió “mareada”. Dijo que, al auxiliarla, descubrió que la chica “no tenía pulso”, se asustó y se fue.
“Me pecheé con ella. Ella venía por la playa caminando, yo iba para Valizas y ella iba para el otro lado. Yo venía de Aguas Dulces”, declaró el acusado, quien detalló que Lola “venía caminando normal, con la mochila; tenía un short y una blusita fina” y que le ofreció “una estampita”. El fiscal Jorge Vaz, que en ese momento instruía la causa, resaltó que uno de los puntos “más impactantes” del relato fue cuando dijo que la chica comenzó a sentirse mal y que él la llevó hasta el bosque, detrás de los médanos, donde se sentaron bajo la sombra de un árbol.
“Yo le pregunté qué tenía y me dijo que se sentía mareada. Ahí se sentó y cayó de rodillas. Le tomé el pulso y me asusté, salí y me tomé el ómnibus para Montevideo”, señaló el sospechoso.
Para los fiscales de Rocha, “El Cachila” fue solo uno de los que abordó a Lola, presumiblemente “con fines sexuales”. “Hay que seguir con la investigación para dar con los otros copartícipes del crimen”, explicó en aquel momento el abogado Williman.
Dos efectivos de la prefectura uruguaya rastrearon la zona donde se vio a Lola Chomnalez por última vez. Diego Lima - Archivo
La Nación
Foto: Archivo La Nación