Marina Carballo y Analía Pedernera son trabajadoras de las Cooperativas Emprendedores en Lucha.
Estas recicladoras urbanas trabajan junto a otras 40 mujeres y hombres que recorren la ciudad buscando material para luego ser reciclado.
Marina Carballo es Presidenta de la Cooperativa y dialogó con Gabriel Martella a quien le comentó que la Cooperativa está dividida en grupos que trabajan, cada uno de ellos, tres horas para poder acomodarse con los hijos que tienen que ir al colegio y a los que hay que brindarles atención.
Las recicladoras son parte de la UTEP, y se las puede observar en distintos puntos de la ciudad, vestidas de modo que se las puede identificar, al igual que los bolsos que llevan y sus carros.
Las mujeres recolectan cartón, latas, papel, bidones de lavandina y comentaron que se observa un aprendizaje de la gente en cuanto a lo que es reciclar.
Analía Pedernera, quien también visitó AM1010, tiene 5 hijos y aparte de ser mamá sale a trabajar porque es un avance y una ayuda al hogar, “es una manera de sentirnos útiles, si bien tenemos limitado el tiempo. Hoy estamos demostrando que la mujer puede también, y aún solas con los niños llevan el dinero a su casa. La realidad es muy difícil para las mujeres y queremos que se entienda la realidad de éstas, más cuando tienen hijos”.
La Cooperativa realiza la tarea en distintos puntos de la ciudad, como barrio Alberdi y el centro y Marina comentó que “está difícil el tema porque hay muchas camionetas y autos que buscan cartón para luego vender, así como también hay muchas personas que buscan elementos para reciclar”.
Desde hace 3 años estas 40 personas trabajan en la Cooperativa, pero muchas de ellas ya lo hacían de antemano, además también cuenta con un comedor en el que les dan de comer a muchas personas del barrio Oncativo.
A su vez todos los miembros de la Cooperativa dejan una parte de sus sueldos para comprar los insumos para poder construir un galpón y tener un espacio físico para la Cooperativa.
El sueldo de los integrantes de la Cooperativa es de 16 mil pesos y de la venta de los elementos se pueden llegar a obtener unos 1300 pesos.
Cuando se les consultó acerca de cuánto se transformaron sus vidas en función de este trabajo, Marina, la Presidenta, manifiesta con emoción, “se nos modificó mucho la vida, en el sentido de poder avanzar. Hay mucho compañerismo, más allá de nuestras diferencias que las hablamos. Tengo compañeras de fierro, yo perdí a mi hijo hace 8 meses y tengo mucha contención de ellas.
Cambió mucho nuestra vida en el sentido de que pudimos avanzar con algo propio, le podemos dar algo más a nuestros hijos, tener un lavarropas, una tele, una moto, poder vestir a mis hijas, es mucho”.