Hay una oleada, especialmente en redes sociales, de personas que aseguran acudir al psicólogo para solucionar lo que nos les deja avanzar. Este hecho debería pasar desapercibido si no fuera porque hasta ahora parecía ser un tema tabú del que muy pocos hablaban, como si pedir ayuda a un experto fuese un acto de vandalismo o nos retractase como personas con enfermedades mentales...
Afortunadamente, la salud mental actualmente y gracias al trabajo de visibilidad que se está haciendo en campañas y medios de comunicación, está teniéndose más en consideración. Patricia Fernández, psicóloga general y sanitaria, y experta en problemas infanto-juvenil, reconoce que todavía no es suficiente pero que se ha dado un paso importante.
«Al psicólogo claro que van personas que tienen algún diagnóstico psiquiátrico, pero mayoritariamente acuden personas que no tienen por qué responder a ningún cuadro clínico, simplemente tener un malestar, sea el que sea, que les dificulta en su día a día o que sean conscientes de que podrían estar mejor y quieren trabajar en ello», manifiesta la experta.
«Muchos jóvenes acuden a consulta con estado de ánimo depresivo reconociendo que tras la pandemia han perdido las ganas y la ilusión»
Patricia Fernández , psicóloga
Acostumbrada a recibir en su consulta a un gran número de personas semanalmente, cada uno con una preocupación o asunto que les tiene en punto muerto, Patricia Fernández «se moja» y desvela cuáles son los problemas psicológicos que más preocupan a la sociedad en los últimos años. El Covid-19, un hecho que pese a que nos ha dado, y nos sigue dando, muchos quebraderos de cabeza, ha supuesto un antes y un después en muchos aspectos de nuestra vida pero especialmente en la necesidad de solicitar la ayuda de un especialista en psicología, formalizando una situación que debería haber sido normalizada desde sus inicios.
1. Encontrarse mejor con uno mismo
Patricia Fernández lo categoriza como «el tema estrella por excelencia». ¿Qué esconde el encontrarse bien con uno mismo? Generalmente, se asocia a un tema más de autoestima pero que en sus entresijos se esconden varios puntos que impiden que la persona se encuentre bien consigo misma y, por ende, que tenga una autoestima lo más alta y estable posible. «Varios de los subtemas que se encuentran ahí dentro son la orientación sexual, inseguridades y falta de habilidades sociales como no saber poner límites o verbalizar sus opiniones, autoconcepto y autoimagen corporal, deseabilidad social, etc.», comenta la experta, que recibe diariamente a varias personas en su consulta.
2. Ansiedad
La gran protagonista en la vida de muchos y que, si antes suponía un problema, ahora mismo es mucho mayor su presencia. «Nos saldría más barato aprender a relacionarnos con la ansiedad que ir al psicólogo si no fuese porque para aprender a relacionarte con ella necesitas ir al psicólogo», dice la psicóloga Fernández. Tal como asegura, la ansiedad es uno de los motivos que «más se ven en consulta» y generalmente va a la par que otras demandas.
La mayor parte de los seres humanos han sentido ansiedad alguna vez, y eso no es un problema, sino «cuando esta te paraliza y dificulta que continúes con tu vida; cuando se mete contigo en forma de pensamiento obsesivo y rumiativo y no te deja ni a sol ni a sombra; cuando acelera tu corazón para hacerse notar...» Ahí, entonces, puede que necesites acudir a un profesional de la salud mental.
Ansiedad. - Adobe Stock
3. Distimia y depresión
A raíz del Covid y la situación de pandemia que hemos vivido todos -y que aún seguimos viviendo- los psicólogos han ampliado su agenda con personas que han perdido la ilusión, que sin saber cómo han dejado de disfrutar de aquello que antes sí hacían, que se han distanciado de la motivación e incluso de los seres queridos, etc.
«Muchos jóvenes acuden a consulta con estado de ánimo depresivo reconociendo que tras la pandemia han perdido las ganas y la ilusión, les cuesta recuperarlo y dejan de reconocerse en cómo eran antes», cuenta la experta. Esto se debe, entre otros muchos factores, al cambio tan brusco que han tenido en su manera de sociabilizar, en estar encerrados en sus viviendas y en atravesar incluso pérdidas emocionales. «También se ha visto más impacto en la población adulta tras la pérdida de seres queridos y la dificultad que se han encontrado a la hora de elaborar un duelo. Nadie está exento de poder encontrarse en una situación así», comenta la psicóloga.
4. Resolución de conflictos y gestión emocional
En nuestra vida si algo podemos tener claro es que vamos a tener que resolver problemas, tomar decisiones y hacernos cargo de nuestra propia gestión emocional. Y eso, no resulta tan fácil... Según cuenta Patricia Fernández, muchas de las personas que acuden a consulta tienen que «trabajar en la gestión emocional y la resolución de conflictos» que tienen en su día a día, bien sea en pareja, con la familia o en el trabajo.
ABC por Melissa González
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