El presidente estadounidense, Joe Biden, calificó a la medida como "de precaución" por el rápido avance de esta cepa e insistió en que los ciudadanos se vacunen.
El estado de Nueva York, en los Estados Unidos, se declaró en emergencia debido a la aparición de la variante Omicron de coronavirus, que fue detectada primero en África y se difundió rápidamente por varias partes del mundo.
Una gran cantidad de países ya ha vetado la entrada de turistas provenientes de Sudáfrica, que fue el primer lugar donde se detectó la variante, y sus países vecinos.
El presidente estadounidense, Joe Biden, calificó a la medida como "de precaución" por el rápido avance de esta cepa e insistió en que los ciudadanos se vacunen.
Justamente, la vacunación es una de las principales preocupaciones en varios países debido a los movimientos anti vacunas y los efectos negativos que generan para combatir a la pandemia.
"Necesitamos que más estadounidenses de todos los grupos de edad reciban esta protección que salva vidas", señaló el mandatario norteamericano.
La gobernadora de Nueva York, la demócrata Kathy Hochul, fue la primera en el mundo en declarar un estado de emergencia por la nueva variante, que es posible que ya haya entrado en el país sin ser detectada.
"Si bien la nueva variante Omicron aún no se ha detectado en el estado de Nueva York, está por llegar", vaticinó Hochul.
Otro de los principales funcionarios que se refirió a la medida fue Anthony Fauci, asesor médico jefe del presidente de los Estados Unidos: "No me sorprendería que (la variante Omicron) estuviera ya en suelo estadounidense".
"No la hemos detectado aún, pero cuando hay un virus con este nivel de transmisibilidad y ya hay casos por viajes en Israel, Bélgica y otros países es casi imposible que no se extienda por todas partes", amplió el faxcultativo.
La variante Omicron genera una gran preocupación a nivel mundial debido a que sus números de mutaciones podrían evadir los anticuerpos de una infección previa o de la vacunación.
Como se mencionó previamente, se detectó primero en Sudáfrica, pero rápidamente fue identificada en países de Europa y Asia, dato que confirma su gran transmisibilidad.