El romance entre Wanda Nara y Mauro Icardi es uno de los más conocidos -y polémicos- del mundo del espectáculo argentino. Tan grabado quedó su inicio en el colectivo general, que el verbo “icardiar” pasó a significar “robarle la novia a un amigo”. Tan caóticamente como empezó llegó a su final, pero sin dejar de ser una historia de amor con todas las letras.

Todo comenzó en el 2013 cuando Wanda Nara confirmó su separación de Maxi López, su marido durante cinco años y padre de sus tres hijos varones Valentino, Benedicto y Constantino. La mediática lo anunció con un tuit claro y conciso: “Hasta acá llegó mi amor”. La noticia dejó a todo un país con la boca abierta pero las sorpresas recién empezaban.

Nara armó sus valijas y abandonó Italia para regresar a la Argentina. Al parecer, el final del matrimonio con el deportista vino de la mano de múltiples infidelidades de López. Dicen las malas lenguas que, antes de su partida, el exdelantero le habría dicho: “¿Quién te va a agarrar con tres pibes?”.

La respuesta a esa dura pregunta llegó apenas unos meses después y quien “la agarró” fue, nada más y nada menos, que uno de sus mejores amigos. Pero, para entender el fenómeno Maxi López- Wanda Nara-Mauro Icardi hay que ir un poco más atrás. Más precisamente al 2005.

El Mauro Icardi que todavía soñaba con ser una gran estrella de fútbol se acercó a Maxi López, un jugador ya establecido, para que le diera su autógrafo. Seis años más tarde, ambos se reencontraron cómo colegas en el Sampdoria. La evolución de admiración a amistad fue tan natural que en lo que canta un gallo, el rosarino ya se había convertido en un habitué de la casa.

Pero como era amigo de su compañero, también se transformó en alguien cercano a Wanda Nara y, entre una cosa y la otra, se convirtió en el hombro en donde la mujer lloraba los engaños de su marido. De a poco, el amor fue brotando entre llantos y consejos.
Así fue como, una semana más tarde del tuit de la mediática, Icardi decidió patear el tablero e hizo públicos sus sentimientos: “Wanda Nara, te amo, nunca me será sencillo decir lo que siento, porque descubrí que esas dos palabras llevan consigo un sentimiento sin límites”.

Muy enamorado, Icardi fue un paso más allá para demostrarle lo que realmente sentía por ella. Se tatuó su nombre en el antebrazo. El mensaje de “esto es para toda la vida” llegó de manera evidente y, un año más tarde, le propuso casamiento de una manera muy romántica y ante la vista de todo el mundo.

El 14 de enero del 2016, con dos anillos de Bvlgari y una camiseta que decía “Wan te amo” y que se dejó leer en cada uno de los goles, el jugador le pidió matrimonio en pleno partido. Cinco meses después, la pareja volvió a convertirse en la comidilla de los medios con un casamiento a todo lujo en el Palacio Sans Souci, en Victoria.

A los ocho meses, la familia sumó un integrante con la llegada de Francesca, su primera hija juntos, y a partir de ahí no pararon de crecer. Luego nació Isabella e Icardi se convirtió en el padre de dos nenas. Además, siempre mostró tener una excelente relación con Valentino, Benedicto y Constantino.

El clan Icardi- Nara se convirtió en uno de los más queridos por los fans. La felicidad que emanaban a través de las redes era inigualable y todo el mundo estaba pendiente de sus hermosas postales familiares. Sin embargo, unos meses más tarde a su séptimo aniversario de bodas el amor habría llegado a su fin tan escandalosamente como empezó.

“Otra familia más que te cargaste por zorra!”, fue el mensaje que escribió este sábado Wanda en sus redes sociales e, inmediatamente, dejó de seguir a su marido. Al instante borró de su cuenta de Instagram la mayoría de las fotos en donde se ve la cara de Icardi y comenzaron a crecer con fuerza los rumores de separación
Muchos dedos apuntan a la China Suárez como una tercera en discordia ya que dicen que el mensaje utilizado por Wanda es un guiño al que emitió Pampita cuando se separó de su ex, Benjamín Vicuña, luego de encontrarlo en la cama con su con estrella de El Hilo Rojo.