La ciencia comprobó que el efecto neuroprotector de la yerba mate puede disminuir el riesgo de contraer Mal de Parkinson. Así lo confirman diversos estudios, los cuales serán presentadas el próximo 14 de octubre en la VI Jornada de Divulgación Científica “Yerba Mate y Salud”, que se desarrollará bajo modalidad virtual.

Uno de los documentos que respalda la relación entre yerba mate y prevención del Parkinson es el estudio científico liderado por Emilia Gatto, del Instituto de Neurociencias de Buenos Aires. Se titula "Enfermedad de Parkinson y consumo de yerba mate, desde la epidemiología a la evidencia básica". Fue presentado el 18 de agosto de 2016, en la III Jornada sobre Yerba Mate y Salud, que se realizó en el Auditorium de la Facultad de Odontología, de la Universidad Nacional de Córdoba.

"Encontramos una asociación inversa entre el consumo de yerba mate y la enfermedad de Parkinson (EP). Estos resultados nos llevaron a plantear la hipótesis de que la yerba mate puede tener un papel protector potencial en el desarrollo de la EP", indica el abstract de la investigación.

La doctora Gatto está a cargo del servicio de Neurología del Sanatorio de la Trinidad Mitre y es jefa del Área Movimientos Anormales del INEBA. Además, ejerce como directora asociada de la sede del Curso Superior de Neurología de la Facultad de Medicina de la UBA.

El estudio y sus resultados

El estudio liderado por Gatto primero se realizó de manera preliminar en laboratorio. En esa instancia, ya se reveló el efecto benéfico de algunos de los componentes de la yerba mate respecto a la prevención del Mal Parkinson. Luego, se preguntó si era posible confirmar esas investigaciones en las personas; y para responder este interrogante se tomó una población de 223 pacientes con la enfermedad, para realizar 406 casos de control.

El resultado fue una "relación inversa entre el consumo importante de yerba mate y el riesgo de desarrollar el Mal de Parkinson”. Concretamente, quienes han consumido mate asiduamente durante su vida demostraron una incidencia de Parkinson menor a quienes lo han hecho en menores cantidades o directamente no lo han hecho.

Paralelamente, Irene Taravini también llevó a cabo un estudio en donde se relacionan las mismas dos variables. Taravini es bioquímica e investigadora del CONICET y de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER). En este caso, también se realizaron estudios de laboratorio. Al respecto, la bioquímica remarcó al Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) que el componente principal de la típica infusión argentina tiene propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y protectoras del daño celular.
A la vez, coincidió en que “el ácido clorogénico podría ser el principal agente del efecto antioxidante y protector de las neuronas dopaminérgicas”.

“El consumo de yerba mate durante muchos años contribuiría a la ralentización de la progresión del proceso neurodegenerativo que experimentan las neuronas dopaminérgicas en pacientes con la enfermedad de Parkinson”.
Irene Taravini - bioquímica e investigadora del CONICET y de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER)

Sobre el efecto neuroprotector de la yerba mate

Como tercer estudio al respecto, apuntalando lo dicho por los dos anteriores, Juan Ferrario desarrolló un trabajo titulado “Efecto neuroprotector de la yerba mate en neuronas dopaminérgicas en cultivo”. Ferrario es licenciado y doctor en Ciencias Biológicas (UBA) e investigador adjunto del CONICET en el Instituto de Ciencias Farmacológicas (Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA).

Concretamente, este estudio se encarga de profundizar la investigación ya realizada, a la vez que indica cuáles serían los componentes de la yerba mate que atenúan el efecto del Parkinson en quienes toman mate. El Mal de Parkinson afecta a las neuronas dopaminérgicas, incluso antes que aparezcan los primeros síntomas clínicos.

En base a esta información, Ferrario planteó la hipótesis de que sería posible modificar la historia natural de la enfermedad por medio de componentes de la yerba mate que actúan como protectores celulares; como la cafeína y el ácido clorogénico. Los compuestos del ácido clorogénico están presente en el 42% de las infusiones de yerba mate y tiene una gran capacidad neuroprotectora.

En su estudio, Ferrario y su equipo aplicaron un extracto de yerba mate sobre un cultivo de neuronas dopaminérgicas. Después cinco días, notaron en el microscopio que no solamente se preservaron las neuronas, sino que se registró una mayor conectividad entre ellas.

“Aunque resta mucho trabajo por hacer, nuestro trabajo presta por primera vez evidencia sobre el efecto protector que la yerba mate puede brindar sobre la neuronas dopaminérgicas que se ven afectadas en el desarrollo de la enfermedad de Parkinson”.
Juan Ferrario - licenciado y doctor en Ciencias Biológicas (UBA). Investigador adjunto del CONICET en el Instituto de Ciencias Farmacológicas (Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA).