El fallecimiento de Carlos Alberto Reutemann ha causado un profundo dolor tanto en el ambiente automovilístico como en el político.
Se encontraba internado desde hace más de un mes, debido a un sangrado digestivo. Luego ingresó al Sanatorio Santa Fe el domingo 30 de mayo con un cuadro de anemia y deshidratación después de algunos días de internación domiciliaria.
Desde entonces se registraron mejoras temporales y pudo recibir a algunos integrantes de su familia en esos momentos.
Pero en los últimos días su estado comenzó a empeorar y en las primeras horas de este miércoles, Federico Reutemann, sobrino del ex gobernador de Santa Fe, había afirmado: "Está en una situación crítica, dormido, sedado. Estuvo lúcido hasta último momento. Estamos esperando el desenlace final. La situación es irreversible".
Horas más tarde, a las 14:00 su hija Cora a través de las redes sociales comunicó su deceso: "Papá se fue en paz y dignidad después de luchar como un campeón con un corazón noble y fuerte que lo acompañó hasta el final. Siento orgullo y bendición por el padre que tuve. Sé que me acompañará todos los días de mi vida hasta que nos volvamos a encontrar en la casa del Señor".
Reutemann, de 79 años, dejó su huella dentro del deporte argentino, llegando a ser ídolo e ícono en el automovilismo, brillando en la Fórmula 1 y siendo el último piloto nacional que sobresalió en la “Máxima” categoría Mundial.
Desde 1972 hasta 1982 ganó y perdió con los más grandes. Integró los equipos Brabham, Ferrari, Lotus y Williams.
En 1991, y a sus 49 años, comenzó a involucrarse en la política paralelamente a sus actividades en el sector privado como productor agropecuario. Fue gobernador de Santa Fe entre 1991 y 1995 y una vez más de 1999 a 2003. Además, ocupó la banca de Senador Nacional en tres oportunidades.