Tras la sanción de la ley 27.617 que exime del Impuesto a las Ganancias a los trabajadores que cobren hasta $150.000 y su consecuente reglamentación durante la semana pasada, los beneficiarios comenzarán a cobrar el reintegro en cuotas a partir de julio.
Durante la primera semana de abril el Senado de la Nación convirtió en ley (27.617) el proyecto que exime del Impuesto a las Ganancias a los trabajadores que cobren hasta $150.000. Tras su reglamentación esta semana y en base a detalles dados a conocer por el Gobierno, ya se puede conocer cómo serán las devoluciones de las retenciones cobradas en los primeros cinco meses del año y cuál va a ser el efecto en el bolsillo de cada trabajador.
Lay establece que los trabajadores que cobren entre $150.000 y $173.000 pagarán el gravamen, pero la AFIP establecerá las deducciones para evitar grandes diferencias entre los que deben tributar y los que están exentos.
Asimismo, la actualización del piso para estar exento de Ganancias se ajustará por el Ripte (promedio de variación salarial que elabora la de Secretaria de Seguridad Social).
Uno de los cambios introducidos establece que la ley tendrá vigencia al 1 de enero de este año, por lo que el Gobierno devolverá los descuentos ya realizados a quienes les corresponda.
El aguinaldo de los sueldos hasta 150 mil pesos brutos pagará impuesto a las Ganancias, mientras que el personal de salud seguirá eximido hasta septiembre por las guardias u horas extras, en virtud de la pandemia de coronavirus.
En tanto, los gastos de guardería sobre niños de hasta tres años no pagarán Ganancias hasta un tope anual de 67 mil pesos. Asimismo, se duplica la exención por hija o hijo discapacitado que en la actualidad es de $78.833, y se elimina el tope de edad.
También quedan eximidos del impuesto los bonos productivos hasta un tope del 40% de la ganancia, y las horas extras de los recolectores de residuos.
Otro de los beneficios incluidos en el proyecto es que se podrá deducir de Ganancias herramientas educativas de los trabajadores asalariados.
Esta semana el Gobierno nacional reglamentó parte de los cambios a la Ley de Impuesto a las Ganancias para los trabajadores de la cuarta categoría, con lo cual cerca de 1.270.000 trabajadores que ganen hasta $124.500 netos -una vez descontados aportes a la seguridad social- dejarán de pagar este impuesto con retroactividad a enero, monto a partir del cual se conformará una nueva escala de deducciones.
La devolución de impuestos equivale a un esfuerzo fiscal de más de $40.000 millones y forma parte del paquete de medidas para morigerar el impacto de la segunda ola de coronavirus, que supone una inversión superior a la establecida en el Presupuesto 2021, de más de $480.000 millones o el equivalente de 1,3% del PBI.
Actualmente, previo a la aplicación de esta ley, pagan Ganancias los empleados con salarios netos desde los $ 74.810 sin deducciones por familia y de $ 98.963 en el caso de ser casados con dos hijos.
Uno de los aspectos que queda por reglamentar son las deducciones que aplicarán a quienes cobren salarios mensuales mayores a $150.000 ya que la Ley establece que los que perciban entre esa cifra y $173.000 ($149.590 netos) tendrán una reducción de la carga, para evitar que se produzcan saltos que hagan que personas con remuneraciones superiores terminen recibiendo menos dinero en sus bolsillos que quienes tengan sueldos brutos menores.
Cuánto más va a ganar cada empleado a partir de julio
Tras la reglamentación por parte del Gobierno de los cambios en el Impuesto a las Ganancias que beneficiarán a alrededor de 1,2 millones de empleados en relación de dependencia, ya se puede conocer cómo serán las devoluciones de las retenciones cobradas en los primeros cinco meses del año y cuál va a ser el efecto en el bolsillo de cada trabajador.
La ley establece además que para que un jubilado quede exento de pagar el tributo debe ganar menos de ocho haberes mínimos (equivalentes a $165.000), y no puede tener otros ingresos distintos a los de la jubilación. En el caso que el beneficiario tenga por ejemplo intereses de un plazo fijo, no podrá gozar del beneficio.
Los montos ya retenidos en los primeros cinco meses del año se devolverán en cinco cuotas a partir de julio.
En este sentido, la decisión de devolver en cuotas el importe hace que se licúe como consecuencia de la inflación. Por ejemplo, los $1.657,80 que le retuvieron de Ganancias a un empleado soltero sin hijos que cobraba $110.000 brutos en enero pasado tendrán un valor mucho menor en julio.
Desde dicho mes a noviembre, los trabajadores alcanzados por el beneficio recibirán una doble mejora en su salario en mano. Por un lado, el impuesto a las Ganancias que dejarán de pagar, y por el otro, el reintegro de las cinco cuotas ya retenidas entre enero y mayo.
De esta manera, el mismo ejemplo del trabajador sin cargas familiares al que se le retuvieron $1.657,80 mensuales entre enero y mayo (asumiendo que su sueldo se mantuvo estable en términos nominales) recibirá entre julio y noviembre cinco reintegros por ese mismo monto.
Si se considera que a dicho trabajador se le dejará de retener esa misma cifra, tendrá disponibles $3.315,60 más por mes. En el cuadro se detallan distintos ejemplos bajo la columna “Mejora del sueldo de bolsillo desde julio”.
Ese doble beneficio se reitera de la misma manera entre todos los niveles de salario que quedan por debajo de los $150.000 mensuales.
De acuerdo al nivel de ingreso mensual, la mejora para el bolsillo puede llegar hasta los $6.748,24 mensuales para los empleados casados con dos hijos y hasta los $19.280,98 mensuales para los empleados solteros y sin hijos.