El Sol llevaba un tiempo tranquilo, pero ha vuelto a demostrar que no está precisamente dormido.
Este viernes se ha detectado una impresionante llamarada solar de clase X1.7, de las más potentes, proveniente de la mancha llamada AR 1882. Menos de 48 horas antes se registraba otra erupción de clase M9.3, no tan intensa pero también fortísima.
Las llamaradas solares son explosiones de radiación de gran alcance. Aunque sus efectos nocivos no pueden pasar a través de la atmósfera de la Tierra para afectar físicamente a los seres humanos sobre el terreno, cuando son lo suficientemente intensas sí pueden perturbar el ambiente a la altura en la que viajan las señales de GPS y de comunicaciones. Esto puede interrumpir las señales de radio desde minutos a horas.
Las llamaradas solares pueden ser de clase A, B, C, M y X, de menor a mayor intensidad, seguidas de un número que va del 1 al 9, El brote ha sido clasificado por los científicos como de clase X1.7. La letra corresponde a las llamaradas más intensas, mientras que el número incluye información sobre su fuerza. Una llamarada X2 es dos veces más intensa que una X1, mientras que X3 lo es tres veces más, etc. En el pasado, llamaradas de clase X de la intensidad de la de esta mañana han causado la degradación o la pérdida de las comunicaciones de radio durante alrededor de una hora.
El primer evento se produjo el jueves y fue ligeramente más suave (M9.3), pero sorprendió a los científicos que estudian el clima espacial tras meses de baja actividad desde que el pasado mayo se registraran grandes llamaradas. Las de clase M pueden causar algunos efectos meteorológicos en el espacio cercano a la Tierra. En el pasado, han causado apagones breves de radio en los polos, según informa la NASA.
Que ahora mismo se produzcan más erupciones no es algo inesperado, ya que el ciclo de 11 años de actividad del Sol está cerca de su máximo. Los científicos han seguido este ciclo solar continuamente desde que fue descubierto en 1843, y es normal que haya muchos estallidos al día durante el pico de actividad solar. La primera llamarada de clase X del actual ciclo solar se produjo en febrero de 2011. La mayor de este ciclo fue de X6.9, y se registró el 9 de agosto de 2011.
Los científicos están a la espera de conocer si estas llamaradas pueden enviar al espacio una eyección de masa coronal (CME), una nube ardiente de partículas y radiación que puede afectar a las operaciones de los satélites y a las redes eléctricas. Para ver cómo el evento podría impactar en la Tierra, la NASA aconseja consultar el Centro de Predicción del Clima Espacial de la NOAA, fuente oficial del gobierno de los EE.UU. para el espacio de pronósticos de clima espacial.
Podrían sucederse más llamaradas. En la actualidad hay tres grupos de manchas solares en la cara del Sol hacia la Tierra capaz de lanzar erupciones fuertes: AR1875, AR1877 y AR1882. Los meteorólogos de NOAA estiman una probabilidad del 55% de llamaradas de clase M y una probabilidad del 10% de llamaradas de tipo X en las próximas 24 horas.