Los ejemplares de la especie franca austral llegan a la región para cumplir el ciclo vital de reproducción y cuidado de los ballenatos. Es un espectáculo asombroso que se repite todos los años, con una población que ronda las 2.000 mamíferos.
El ministro de Turismo y Áreas Protegidas del Chubut, Néstor García, confirmó que "se divisaron ya los primeros ejemplares de ballenas en la zona de Península Valdés, lo cual marca una tendencia que se observa desde hace unos años y es que cada vez vienen más temprano y se alejan más tarde".
El funcionario recordó que "este fenómeno se suma además a otro dato que se manifiesta en los censos de población, y es que en la década del 70 se divisaban unos 480 ejemplares y el censo del 2018 arrojó un número de 1.600".
Antes, "las ballenas se comenzaban a ver mucho más adelante pero en abril ya las tenemos y los últimos ejemplares se suelen ver hasta diciembre, cuando antes para fines de octubre ya habían emigrado", agregó.
Los primeros ejemplares de ballenas se divisaron el fin de semana en la zona de Puerto Madryn y el martes en cercanías de Puerto Pirámides, ambas localidades ubicadas en el contorno del Golfo Nuevo, sobre la cara sur de Península Valdés.
— mario acosta(elojoquetodolovemadryn) (@marioacosta2010) April 18, 2021
A través de las redes sociales, un pescador artesanal, identificado como Pedro, exclamó: "Vimos un par en el Golfo San José" y subió su "mensaje de bienvenida" al observar la cola de los primeros cetáceos asomándose sobre el pelo de agua.
Fabián Gandón, el intendente de Puerto Pirámides, desde donde parten las embarcaciones para el avistamiento, reconoció que "lamentablemente este año igual que el anterior estaremos ante una temporada totalmente distinta, al menos en lo que a visita internacionales se refiere, pero a pesar de la pandemia nosotros tenemos la misma expectativa de siempre y esperamos que esto se supere".
Puerto Pirámides es la única población de la reserva natural Península Valdés, declarada Patrimonio Natural de la Humanidad por Naciones Unidas en 1999.
La apertura formal de la temporada, que generalmente se realiza sobre mediados de junio aún es una incógnita por las complicaciones que generó el avance del coronavirus.
Los ejemplares de la especie "Eubalaena australis" o ballena franca austral, que llegan a la región en esta época del año para cumplir el ciclo vital de reproducción y cuidado de los ballenatos configura un espectáculo asombroso que se repite todos los años con una población que ronda las 2.000 mamíferos cuando se producen los nacimientos.
Desde hace una década se observa la presencia de ejemplares hacia el norte y el sur de Península Valdés, abarcando gran parte de la costa atlántica chubutense sobre el extremo noreste de esta provincia, desde Playa Unión, a la altura de la desembocadura del río Chubut, hasta el golfo de San Matías, en el sudeste de la vecina provincia de Río Negro.
Investigaciones recientes probaron que las ballenas vuelven al mismo sitio porque tienen lo que en zoología se llama "filopatria", es decir la tendencia a permanecer en el mismo territorio en que nacieron, o a volver al mismo para reproducirse.