La nena de 11 años fue asesinada en agosto de 2011 en el partido bonaerense de Hurlingham.
Uno de los testigos clave del denominado "caso Candela", la nena de 11 años asesinada en agosto de 2011 en el partido bonaerense de Hurlingham, sufrió graves heridas al registrarse esta madrugada una fuerte explosión en su casa de Moreno, al oeste del Conurbano.
Un jefe policial informó que la víctima fue identificada como Roberto Arturo Aníbal, quien al momento del crimen de la menor era carnicero en un supermercado chino de Hurlingham y declaró en la causa.
Según la fuente, no se descartaba "desde la deflagración por un escape de gas hasta la de un artefacto explosivo" en el hecho ocurrido entre las 2 y las 3 de hoy en una casa ubicada en la esquina de las calles Santos Dumont y Virgen de Luján, de la localidad de Villa Trujuy, que "quedó totalmente destruida".Reclamo de la madre. Carola Labrador, madre de Candela Rodríguez, asesinada en 2011 en el partido bonaerense de Hurlingham, reclamó hoy que se investigue lo que denominó como "la mafia" del oeste del Conurbano, al recordar que a Roberto Aníbal, testigo del caso que sufrió heridas por una explosión en su casa de Moreno, le "tirotearon" la vivienda el año último.Además, rememoró que lo habían amenazado de muerte y aseguró que le había advertido al hombre que se manejara "con cautela" porque permanecían "sueltos" muchos de "los delincuentes" que concretaron el secuestro seguido de homicidio de la niña de 11 años.
"No, para nada se hizo justicia", enfatizó Labrador en relación al caso que terminó con el crimen de su hija y añadió: "Casi todos los delincuentes están libres. Yo le decía a Aníbal: ˜Tenés que manejarte con cautela˜; acá está la mafia de Morón y de Hurlingham (distritos del oeste del Gran Buenos Aires), hay que investigar".
La mujer, en diálogo con radio La Red, recordó que al hombre, quien tenía un comercio en Hurlingham, "le tirotearon la casa" el año último luego de haber recibido amenazas de muerte.
"El vive en la zona donde pasó todo, no se mudó. Yo me mudé, no vivo más ahí. No sé qué pasaría si yo viviera ahí, cerca de todos estos delincuentes que están libres", manifestó Labrador, para recordar después que "sólo dos" hombres continúan detenidos por el secuestro seguido de homicidio de su hija.