Italia, Austria, Estonia, Lituania, Letonia y Luxemburgo apartaron una serie de dosis, mientras que Noruega, Dinamarca e Islandia dejaron de usar el antídoto. Sin embargo, la EMA descartó que cause problemas circulatorios.
Varios países suspendieron el jueves el uso de la vacuna de AstraZeneca por temor a los coágulos de sangre, lo que llevó a la agencia médica europea a asegurar rápidamente al público que no se conocían riesgos para la salud relacionados con la vacuna.
Noruega, Dinamarca e Islandia suspendieron el jueves suministrar la vacuna de AstraZeneca, mientras que Austria dejará de suministrar un lote de esas vacunas, a pesar de las tranquilizadoras declaraciones de la EMA y del fabricante.
Italia también decidió suspender el uso de un lote de vacunas anticovid de AstraZeneca como medida de precaución, mientras otros cuatro países europeos, -Estonia, Lituania, Letonia y Luxemburgo- suspendieron las vacunas provenientes de un lote de un millón de vacunas, entregado a 17 países, entre los cuales no figura Italia.
Esos países tomaron la decisión tras conocer “sobre casos graves de coágulos sanguíneos en personas que han sido vacunadas con la vacuna covid-19 de AstraZeneca”, según un comunicado danés.
Por su parte Austria registró una muerte como resultado de “trastornos graves en la coagulación”.
El revuelo por la vacuna de AstraZeneca se produjo cuando el mundo cumplió un año desde que se declaró oficialmente la pandemia, y amenazó con desvanecer las esperanzas de que las vacunas sean el boleto para volver a la vida normal.
El virus ha matado ahora a más de 2,6 millones de personas, sometido a miles de millones a restricciones anti-Covid y ha dejado la economía global en ruinas, un resultado inimaginable al comienzo de la crisis.
Un año después, varios países buscan eliminar las restricciones impuestas después de la segunda, o incluso la tercera ola, y buscan aumentar el lanzamiento de vacunas como una forma de salir de la crisis.
Pero ese impulso tuvo un inconveniente el jueves cuando Dinamarca, Noruega e Islandia suspendieron el uso del la inyección de Oxford/AstraZeneca por temor a que pudiera estar relacionado con coágulos de sangre.
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) emitió rápidamente un comunicado que busca calmar los temores.
“La información disponible hasta el momento indica que la cantidad de eventos tromboembólicos en personas vacunadas no es mayor que la observada en la población general”, dijo la EMA.
El Reino Unido, un país que está llevando a cabo una exitosa campaña de vacunación, también se pronunció, diciendo que el antídoto fue “seguro y efectivo”.
“Cuando se le pide a la gente que se presente y lo reciba, debe hacerlo en confianza”, dijo el portavoz del primer ministro británico, Boris Johnson.
Los países de la Unión Europea están ansiosos por acelerar las campañas de vacunación después de que un comienzo lento dejó al bloque detrás de Estados Unidos, Israel y el Reino Unido, líderes en la carrera por inmunizar.
Cualquier suspensión adicional de AstraZeneca podría obstaculizar avances, con la UE bajo presión para ponerse al día y las poblaciones ansiosas por regresar a una realidad prepandémica.
El jueves, la EMA aprobó la vacuna Johnson & Johnson de inyección única, que se almacena a temperaturas más cálidas que sus competidores y es más fácil de distribuir.
“Las autoridades de la Unión Europea tendrán otra opción para combatir la pandemia y proteger la vida y la salud de sus ciudadanos”, dijo el jefe de la EMA, Emer Cooke, en un comunicado.
Más optimismo fue aportado por un estudio en condiciones reales en Israel que mostró que las vacunas de Pfizer/BioNTech tienen una efectividad del 97 por ciento contra los casos de Covid sintomáticos y graves, más de lo que se pensaba originalmente.