La una vez delgada y rubia Candice es ahora un morocho descomunal, con músculos que envidiaría Arnold Schwarzenegger y vello corporal que brota de su espalda, pecho y labio superior.
Para muchos (actores de Hollywood y culturistas entre ellos) los anabólicos esteroides se han convertido en una parte normal de su vida. Sin embargo, con efectos secundarios que van desde exceso de vello corporal hasta el daño hepático, su uso puede dar lugar a graves problemas de salud, más allá de músculos más grandes.
De este tema se trata un nuevo documental de la ex estrella de reality Jodie Marsh. Entre los usuarios de drogas que mejoran el rendimiento, en el documental se conoce el caso de la ex camarera Candice Armstrong, de 28 años, de Londres, cuyo abuso de anabólicos la ha convertido de hecho en un hombre.
La una vez delgada y rubia Candice es ahora un morocho descomunal, con músculos que envidiaría Arnold Schwarzenegger y vello corporal que brota de su espalda, pecho y labio superior.
Candice no tenía ninguna intención de volverse tan masculina cuando comenzó a tomar el medicamento, pero dice que es demasiado tarde para dejar de hacerlo.
"No, no era mi plan", le dice a Marsh en una escena del documental. "Se podría argumentar que cuando quise grandes brazos y hombros anchos, una espalda grande y pequeñas caderas, se trataba de una mirada masculina, pero no quise conscientemente cambiar de ser mujer a hombre".
Los efectos secundarios fueron graves. Junto con exceso de vello corporal y el acné, el clítoris se ha hinchado tanto que se ha convertido en un mini pene.
Sus pechos también han sufrido y ahora cuelgan sin vida de sus enormemente superdesarrollados pectorales.
Sorprendentemente, Candice es optimista. "Mis pechos no son particularmente agradables, pero estoy bien con eso. Nunca fueron mi mejor característica de todos modos".
Lo que es más, no tiene intención de poner fin a su uso de anabólicos. "Creo que haría más daño que bien", explica. "Perdería todos los músculos, pero no así todas las cualidades masculinas, como el vello facial y la voz profunda. Realmente no hay vuelta atrás".
"Si quisiera tratar de revertir esto, necesitaría el mismo tipo de procedimientos que requiere un hombre que desea convertirse en mujer."
A pesar de su apariencia drásticamente alterada, Candice dice que los pros superan a los contras, y que le ha permitido hacer otra cosa que le encanta: un acto de drag.
"Se ha dado la oportunidad de vivir uno de mis sueños. He empezado a hacer un poco de drag y me encanta. Siempre he querido hacer un poco de reina drag".
Y añade: "Si me llaman transexual y maricón cuando salgo a la calle de todos modos, por qué no hacer algo con esto".