El 11 de febrero es del día que se celebra esta advocación mariana. Antes de la pandemia, mas de dos millones de personas se movilizaban a las distintas grutas del país para venerarla. Este año, la celebración se hará en forma virtual.
Una de las grandes devociones marianas más populares -sino la más popular del mundo- es la Virgen de Lourdes. Desde Singapur, pasando por Moscú, Roma, Nueva York y culminando en Ushuaia, no hay ciudad o pueblo en el cual no haya alguna gruta de Lourdes o se levanten templos en su honor. Obviamente nuestro país no está exento de esta expresión de fe católica. Son muchos los templos dedicados a esta advocación que en su día, el 11 de febrero, antes de la pandemia llegaba a movilizar a más de dos millones de fieles por todo el país.
Las apariciones
La advocación católica de Nuestra Señora de Lourdes hace referencia a las dieciocho apariciones de la Virgen María que Bernadette Soubirous (1844-1879) afirmó haber presenciado en la gruta de Massabielle a orillas del río Gave de Pau en las afueras de la población de Lourdes, Francia en 1858.
El papa Pío IX autorizó al obispo local para que permitiera la veneración de la Virgen María en Lourdes en 1862, unos diecisiete años antes de la muerte de la vidente. Bernadette Soubirous fue proclamada santa por Pío XI el 8 de diciembre de 1933. Desde entonces la advocación de la Virgen María como Nuestra Señora de Lourdes ha sido motivo de gran veneración, y su santuario es uno de los más visitados del mundo: unos 10 millones de personas peregrinan allí cada año. La Iglesia católica invoca a Nuestra Señora de Lourdes como patrona de los enfermos.
También el papa Francisco posee gran veneración a esta advocación. En varias oportunidades visitó los templos dedicados a la Virgen de Lourdes cuando era el cardenal arzobispo de Buenos Aires y en la actualidad concurre asiduamente a la gruta de Lourdes en los jardines vaticanos a orar.
Como dato anecdótico, vale la pena destacar que esa gruta es copia de la que se encuentra en Massabielle, como así también junto a la misma se encuentra “el Ceibo del Bicentenario” donado al Vaticano por la República Argentina en conmemoración de las festividades del bicentenario de la Revolución de Mayo y fue un 11 de febrero que el Papa bendijo una imagen de dicha advocación, la cual fue entregada al santuario de Lourdes de Santos Lugares por Diego Valenzuela, el actual intendente de Tres de Febrero, donde se encuentra el principal templo dedicado a la Virgen de Lourdes de nuestro país.
La devoción en Argentina
Córdoba
En Alta Gracia, la idea y realización de todo un predio dedicado a la Virgen de Lourdes se llevó a cabo gracias a Guillermina Achával Rodríguez, Delfina Bunge de Gálvez y Fortunata González. En 1916 decidieron construir una gruta. En 1922 se formó una comisión para erigir además un templo, cuya primera piedra se colocó en 1924. Es de estilo colonial y la obra pertenece al arquitecto Jorge Bunge.
En su decoración interior se observan pinturas con motivos alusivos a Lourdes y la orden de los padres carmelitas que están a cargo de la pastoral del lugar y fueron realizados por Carlos Camilloni y Antonio Pedone. Mons. José Anselmo Luque bendijo en 1927 la capilla. Pero con el tiempo, el templo se fue deteriorando y hacía falta una restauración.
En el año 2011 comenzó la tarea y en agosto se decidió emprender el restauro del retablo principal que contenía la imagen de la virgen de Lourdes. Grande fue la sorpresa al retirar dicha escultura, poruqe quedó plasmada en la hornacina una imagen tridimensional muy similar a la de la Virgen. El evento quedó registrado en múltiples fotografías y era posible apreciarla incluso desde la entrada al santuario, pero se iba desvaneciendo al acercarse al altar. A partir de entonces, la afluencia de fieles se triplicó, llegando los 11 de febrero a más de 150 mil peregrinos.
Capital Federal
En el barrio porteño de Barracas se encuentra la primera gruta de Lourdes de la Argentina. Se inauguró el 8 de diciembre de 1898 en los jardines de la iglesia de Santa Felicitas, ubicada en Isabel la Católica y Pinzón. Es, como la del Vaticano, una reproducción de la que se encuentra en Massabielle, Lourdes y fue construida a solo 44 años de las apariciones.
Costeada por las familias del barrio las obras estuvieron a cargo del Ingeniero G. Kreutzer, el escultor Juan Bellotti y el constructor Manuel Domenighetti. Como dato curioso, la enredadera que cubría la gruta era un brote de la que hacía lo mismo en Massabielle. Pero no solo fue la primera gruta, sino que dentro del colegio se construyó el primer templo dedicado a dicha advocación.
A finales del siglo XIX, muchas congregaciones religiosas migraron desde Francia hacia Buenos Aires. Entre ellos los padres Lourdistas, a los que la familia Guerrero les donó las tierras lindantes con la iglesia de Santa Felicitas (construida en el lugar del asesinato de su malograda hija).
El templo iba a ser una capilla interna para los sacerdotes. Se construyó entre 1893 y 1901, con dinero de los Guerrero y con un préstamo bancario. Y, como la gruta, es una copia exacta en escala del santuario de Lourdes de Francia. Cuenta con 28 vitrales de gran valor patrimonial realizados por el francés Gustave Pierre Dagrant, el mismo que hizo los vitrales de la basílica de Luján.
Cuenta la leyenda que el padre Alejo Rouseaud, a cargo del lugar, era quien había firmado el préstamo del banco. Para saldar las cuotas, le daba el dinero a un empleado para que fuese a pagar regularmente, pero el empleado se quedaba con el dinero y le entregaba al sacerdote un recibo falso. Cuando se descubrió la estafa, todo este edificio entró en remate y el padre Rouseaud se suicidó, dicen que en el mismo templo por el que había solicitado el préstamo. Por tanto y al haber un suicidio de un sacerdote en un lugar que iba a ser sagrado, nunca se pude erigir como tal y quedó sin consagrar.
Pero esa es la leyenda, la verdadera historia es más sencilla: carencia de fondos y cambio de titularidad del edificio. Los Lourdistas dejaran el lugar a las “Damas de San Vicente de Paul” que comienzan a dirigir el lugar y entregan el colegio a la administración de varias congregaciones a través del tiempo: a los padres de la misión de San Vicente de Paul, a las Hermanas de Jesús María y la de los Santos Ángeles Custodios. Más allá de la leyenda, el espacio del templo nunca se utilizó como tal.
En Flores -ciudad de Buenos Aires- se encuentra la Parroquia Virgen Inmaculada de Lourdes. El actual territorio parroquial pertenecía a la parroquia de San José de Flores. El templo, construido en 1929 en terrenos donados por la Srta. Ventura Unzué, fue bendecido el 4 de noviembre de 1933 por el arzobispo Mons. Santiago L. Copello. En 1968, las hermanas, al no poder seguir manteniendo la infraestructura, cedieron el templo al Arzobispado, para erigirse en parroquia.
En forma provisoria comenzó a funcionar en la parroquia María Madre de la Iglesia, hasta que pasó a su sede definitiva de Av. Pedro Goyena 1628, dando lugar a la actual -con el decreto del Cardenal Aramburu de noviembre de 1975- Virgen Inmaculada de Lourdes. Es, también, una copia a escala del santuario de Lourdes de Francia. Lo interesante es que la gruta se encuentra como retablo, en lo alto del presbiterio, la cual recibe una luz cenital por medio de una claraboya. También hay otra parroquia dedicada a esta advocación de Lourdes en el barrio de Belgrano.
Buenos Aires
En Santos Lugares, partido de Tres de Febrero, se encuentra el santuario mariano más visitado luego de Luján y de San Nicolás. Posee un templo superior de estilo gótico y otro inferior de estilo románico, con una gruta y una capilla de bautismos, que funcionó como templo parroquial hasta la construcción del santuario actual. Por año recibe una afluencia de aproximadamente un millón de fieles, llegando a los días 11 de febrero a recibir 300 mil en una sola jornada.
Si la iglesia de Lourdes de Barracas nunca se consagró -según la leyenda- a causa de un suicidio, el templo de Santos Lugares se construyó gracias a un milagro. La historia comienza con los primeros sacerdotes de la orden de los “Agustinos de la Asunción” (Asuncionistas) que llegaron a nuestro país en 1909. El nombre de la zona donde se asienta el santuario proviene de “Santos Lugares de Jerusalén” y deriva de la presencia de los frailes franciscanos, que en el S. XIX habían construido una misión en lo que hoy es el partido de Gral. San Martín.
Estos religiosos pertenecían a la custodia de los santos lugares de tierra santa, por tanto a una porción de su misión denominaron “Santos Lugares”. P. Román Heitman es el primero en llegar y se hospeda en la casa de los Padres Sacramentinos en Bs. As.. Visitará a Mons. Alberti, obispo de La Plata y este le ofrecerá una capilla dedicada a San Antonio de Padua en la zona de “Santos Lugares”. El mismo padre Román narra en una carta el encuentro con el Obispo: “…la capilla es pequeña; se trata de una capilla de misión –dedicada a san Antonio de Padua- más tarde la sustituiremos por una basílica dedicada a N. S. de la Asunción. Terreno, capilla, casa, todo nos es ofrecido generosamente”.
Pero el gran santuario nunca será dedicado a Ntra. Sra. de la Asunción y veremos porqué. El 4 de mayo de 1991 llegaron desde Chile malas noticias: el R. P. Rafael Doassans está muy grave. Y los padres P. Román Heitman, el P. Godofredo Pierson y el Hno. María Eustaquio Bach realizan un voto: si el R. P. Rafael recupera la salud, se construirá una gruta en honor a la virgen de Lourdes en Santos Lugares donde se encuentra la capilla de misión dedicada a san Antonio. Dos días después del voto llegó un telegrama que informó la milagrosa recuperación del Padre Rafael. Por lo tanto, los religiosos cumplirán su promesa y comenzarán la labor de construir la gruta.
El 4 de julio de 1911 los primeros asuncionistas se instalaron definitivamente en Santos Lugares y comenzaron las obras de la primera gruta, la que está hecha de cartapesta y maderas del ferrocarril. Una gran tormenta la tiró abajo. Entonces recomenzaron la obra con una en cemento y lo más parecida a la de Massabielle.
La primera imagen que tuvo la gruta se encuentra hoy en la entrada de la actual “capilla de Bautismos”. El 14 de mayo de 1916 Monseñor Juan N. Terrero, Obispo de La Plata, bendijo la gruta de Lourdes de Santos Lugares. En ocasión de la bendición de la gruta se realizó por primera vez la procesión con la imagen de la virgen de Lourdes por el barrio, que en ese momento era mayoritariamente de quintas.
Al celebrarse las bodas de oro de la gruta en 1966 se inauguró la primera parte de la torre del santuario, bendecida por Mons. Manuel Augusto Cárdenas, obispo auxiliar de Buenos Aires. En 1972 se colocó la cruz de 137 kilos sobre la torre principal, a 72 metros de altura, con ayuda de un helicóptero de la Fuerza Aérea. La columna con la imagen de la Virgen marca el sitio del emplazamiento de la primera gruta. La Basílica es una obra imponente, y se destaca en la identidad del barrio. También en la misma diócesis de San Martín, hay otra parroquia en la localidad de Ciudadela dedicada a esta advocación.
En el año 1927 arribaron a Mar del Plata un pequeño grupo de religiosas de las “Pequeñas Hermanas de la Divina Providencia”. Se instalaron en el barrio del puerto y fundaron el colegio de la Inmaculada Concepción. Con el tiempo, una de las religiosas de la orden -Sor Concepta Chersi, conocida por esa región como “la mamma”- dio comienzo a la tarea de construir una gruta en honor a la Virgen de Lourdes. El Dr. Norberto Peralta Ramos donó en 1937 a las hermanas un terreno en el cual había una cantera, convocado el Arquitecto Luis Cossa, que convirtió la cantera en la actual gruta de la Virgen.
En la ciudad de La Plata, la piedra fundamental del templo del barrio de “La Loma” se colocó en 1921 y comenzó a funcionar como “Vicaría de Nuestra Señora de Lourdes de La Plata”, dependiente de la catedral. El 15 de agosto de 1949 fue elevada al rango de parroquia y se construyó en el patio del templo parroquial una gruta recordando la de Lourdes. En 1961 comenzarán las obras para la construcción del colegio parroquial.
El 8 de abril de 1992, una de las alumnas de séptimo grado dijo ver, en una de las ventanas de ese colegio, a la Virgen en uno de los vidrios. Poco a poco, la imagen nítida con la forma de la Virgen de Lourdes fue apareciendo. El vidrio se retiró de la ventana y se expuso en la gruta. La noticia corrió como pólvora y cientos llegaron a ver el prodigio. Hoy la ventana se encuentra al resguardo en una de las dependencias de la escuela, y se ubicaron en la gruta imágenes de la Virgen y de Santa Bernardita realizadas por el escultor Fernando Pugliese.
Mendoza
El Challao, en el departamento de Las Heras, es un lugar muy concurrido en la época estival. Una de quienes iba a menudo era doña Emperatriz González de Ortiz. Un día, una de sus hijas, Leonor, le propuso a su mamá que pusieran una imagen de Lourdes sobre el cerro Bonete, lugar donde luego se implantaría el primer templo. Por esa época se la conocía como la “Virgen del Hueco”, porque estaba en medio de una roca excavada. Con el tiempo la devoción a la virgen fue creciendo y en 1926 se solicitó a los padres Claretianos la atención del lugar.
Se construyó una pequeña capilla, paso obligado en la actualidad para los devotos en el lugar. Dado que el templo era muy pequeño, en 1986 se planeó la construcción de un espacio más grande. Hoy es un anfiteatro con capacidad para 4000 personas sentadas de 90 mts de largo por 45 mts y con una altura de 65 mts. Su perímetro se ha cerrado a base de vidrios blindex. Es el centro de peregrinación más grande en la región de Cuyo.
Patrona de los enfermos, la devoción por la Virgen de Lourdes se extiende por cada ciudad y pueblo del país. ¿Qué ven los creyentes en ella? La esperanza de poder recuperarse de sus dolencias, sean estas espirituales o físicas; y ese es precisamente el primer paso para buscar la sanación: la confianza y la fe.