Orlando Caballero era el jefe de Criminalística de esa fuerza. Falleció por una neumonía bilateral que le produjo el coronavirus.
Orlando Caballero, el jefe de criminalística de la Gendarmería Nacional que peritó la muerte del fiscal Alberto Nisman, murió por coronavirus después de haber estado internado más de un mes.
Lo confirmaron desde la fuerza a la que pertenecía, informó el diario Clarín. Caballero estuvo más de un mes internado en el Hospital Militar debido a la neumonía bilateral desencadenada por el virus.
Caballero participó el peritaje que la Gendarmería realizó tras la muerte de Nisman y abonaba la hipótesis del asesinato.
Fue uno de los coordinadores del equipo de peritos que señalaron que las manchas de sangre del cuerpo de Nisman demuestran que hubo terceras personas dentro del baño del departamento del ex fiscal donde fue encontrado sin vida.
El estudio explicó que, de acuerdo a la morfología de las manchas de sangre, Nisman había sido colocado por los asesinos en la posición rodilla a tierra de frente a la bañera y de costado al vanitory.
Ese estudio se realizó en un baño de dimensiones exactas que la Gendarmería construyó en el edificio Centinela.
Caballero participó con su testimonio en el documental que Netflix publicó sobre la muerte de Nisman: "Me di cuenta que estábamos ante un hecho muy complejo, lo primero que solicitamos fue un plazo de 3 meses para poder interiorizarnos y nos instalamos en una sala especial a estudiar el material", señaló Caballero frente a cámara.
Y sumó: "Utilizamos a un actor con la misma talla, las mismas características físicas que tenía en ese momento el cadáver, e hicimos todas las pruebas para ver si se correspondía con nuestra hipótesis".
Para el gendarme, fue "un homicidio donde habían intervenido dos personas más".
En el informe de Gendarmería se observa que la discusión se centra sobre las manchas de sangre que Nisman presentaba en el tobillo y el short y otra encontrada en el inodoro.