En una carrera contra reloj, los legisladores impulsarán una iniciativa para extender la financiación estatal y ponerlo en vigencia antes de la medianoche de este miércoles. Las bolsas suben ante los rumores.
La historia parece llegar a un final feliz. Después de más de dos semanas de puro hermetismo y tensión en torno a las idas y vueltas de republicanos y demócratas para reabrir el congreso y elevar el techo de la deuda, prácticamente estaría todo listo para que haya un acuerdo entre las partes. En ese sentido, el Senado se reúne para tratar el asunto y terminar con el shutdown.
Así lo indicó la senadora por Nueva Hampshire Kelly Ayotte, quien agregó que la votación podría tener lugar primero en la Cámara de Representantes para agilizar el proceso.
"Tengo entendido que han llegado a un acuerdo, pero dejaré que el presidente de la cámara baja sea el que haga el anuncio", dijo Ayotte al entrar a una reunión con senadores republicanos.
"No hay ninguna decisión sobre cuándo o cómo un posible acuerdo en el Senado podría ser sometido a votación en la Cámara", agregó Michael Steel, portavoz del presidente de la Cámara, el republicano John Boehner.
Según medios locales, los máximos representantes partidarios del Senado, el líder de la mayoría demócrata Harry Reid y el de la minoría republicana Mitch McConnell, presentarán en breve su propuesta para elevar el techo de la deuda y proporcionar fondos al gobierno hasta comienzos del año próximo.
No obstante, advirtieron los observadores, cualquier propuesta, más allá de ser temporal, todavía tiene que ser votada en las dos cámaras, en un proceso que podría prolongarse en momentos en que apenas quedan unas horas para que se cumpla el plazo marcado por el Departamento del Tesoro para agotar su capacidad crediticia, este mismo jueves 17 de octubre.
Según la cadena CNN y diarios como "The New York Times" o "Politico", el acuerdo es básicamente el mismo que vienen negociando ambos líderes del Senado desde el lunes: en líneas generales, prevé aprobar la liberación de fondos suficientes como para reabrir el gobierno y seguir financiándolo hasta el 15 de enero, mientras que elevaría el techo de la deuda -el gran temor internacional por las gravísimas implicaciones globales de un default estadounidense- hasta el 7 de febrero.
De esta manera, el gobierno de Barack Obama lograría ponerle fin a una crisis que golpeó al país durante dos semanas, y que de a poco empezaba a inquietar a la comunidad internacional.
El día martes todo indicaba que el congreso norteamericano llegaría a un acuerdo. Sin embargo, la propuesta presentada por el Partido Republicano fue rápidamente desaprobada por la Casa Blanca, que la consideró "inaceptable".
Bajo ese contexto, la situación se volvió apremiante. Con menos de 24 horas para evitar llegar a un posible default, el congreso necesita un acuerdo para no entrar en cese de pago de deuda por primera vez en su historia.