En las insistentes consultas informales en la línea Buenos Aires-Asunción no hubo eco y una inflexibilidad férrea para descartar cualquier posibilidad de retrasar la presentación de Boca en la Copa Libertadores.
De esta manera, se optó por no avanzar en ese sentido aunque mantienen la ilusión de un guiño de último momento que genere una ventana de 15 días con la potencial cancelación de las eliminatorias como llave.
La respuesta fue tajante: no existe ninguna posibilidad de reprogramar los encuentros. El argumento esgrimido desde Asunción es que no hay agenda disponible y además porque el protocolo Covid-19 del certamen establece la posibilidad de ampliar a 40 la lista de jugadores con la chance de presentarse a un partido con un mínimo de 7 jugadores (uno de ellos juvenil).