Cristina Kirchner abandonó la clínica rumbo a la Quinta de Olivos. Según informó el parte médico, se tomará un mes de descanso y no podrá hacer traslados aéreos.
Tras haber pasado seis días internada, la presidente Cristina Kirchner recibió el alta médica y, pasadas las 13:30, dejó la Fundación Favaloro para cumplir con el reposo prescrito por los doctores.
De acuerdo con el parte médico que difundió la Fundación Favaloro, la mandataria ha tenido una "favorable evolución posoperatoria", motivo por el cual se resolvió permitir que deje la clínica este mismo domingo. De todas formas, "continuará con un estricto control clínico-cardiológico", detallaron Facundo Manes, director del Instituto de Neurociencias del hospital, y Gerardo Bozovich, director médico del nosocomio.
El comunicado informa además que la paciente deberá cumplir con un reposo de treinta días y "evitar los traslados aéreos". Minutos antes el subsecretario de la Presidencia, Gustavo López, confirmó en la radio Nacional Rock que la Presidente cumplirá con su descanso en la residencia de Olivos.
A partir de ahora deberá cumplir con el "estricto reposo médico" en la Residencia Presidencial de Olivos, donde ya se encuentra acompañada de su madre Ofelia, su hermana Giselle y sus hijos Máximo y Florencia.
En consecuencia, Cristina Kirchner recién podrá reasumir sus tareas habituales en la Casa de Gobierno a partir de mediados de noviembre y estará al margen de la campaña para las elecciones legislativas del 27 de octubre.
"El personal que asiste a la Presidente ha determinado ya su egreso hospitalario, en unos minutos va a salir ya de aquí con los cuidados correspondiente", anticipó el secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scocimarro, en la puerta de la Fundación Favaloro, pasadas las 12:30 del mediodía. "Les manda un beso inmenso y muchas muestras de afecto por todos los que han rezado por ella", detalló.
Minutos antes de las 11, la custodia presidencial se ubicó en la entrada de la clínica para preparar la salida de Cristina Kirchner, tal como anticipó Infobae este sábado. En las puertas de las clínicas, periodistas y un centenar de curiosos esperaban para ver si podrían observar a la mandataria aunque fuera tan sólo por unos segundos.
El lunes por la mañana, la Presidente debió regresar a la Fundación Favaloro por el malestar que sufría como producto de la "colección subdural crónica" que le había sido diagnosticada la semana anterior. Tras una serie de estudios, los especialistas resolvieron operarla para descomprimir el hematoma que tenía en el cráneo.