La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, encargada de destruir el arsenal sirio, recibió el galardón.
Fue una elección mediática, pero sumamente merecida y celebrada. En una decisión que recibió el unánime aplauso de la comunidad internacional, la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), que actualmente desempeña un papel clave en la destrucción del arsenal de este tipo del régimen sirio, fue galardonada ayer con el Nobel de la Paz 2013.
El premio fue otorgado a la OPAQ por su "extenso trabajo para eliminar las armas químicas" , indicó el presidente del Comité Nobel, Thorbjoern Jagland, al realizar el anuncio.
Jagland señaló, asimismo, que el galardón era un recordatorio para que las naciones con grandes reservas de armas químicas, como Estados Unidos y Rusia, se deshagan de sus propios arsenales, "especialmente porque están demandando que otros hagan lo mismo, como Siria".
"Ahora tenemos la oportunidad de deshacernos de una categoría completa de armas de destrucción masiva. Sería un gran suceso en la historia si pudiéramos lograrlo", expresó.
Con sede en La Haya, la OPAQ vela por el cumplimiento de la Convención de Armas Químicas, un tratado multilateral firmado en 1993 y vigente desde 1997, que prohíbe el desarrollo, la producción, el almacenamiento y el uso de las armas químicas y prevé su destrucción total. Entre 1997 y 2013, la entidad llevó a cabo 5167 inspecciones en 86 países.
La organización cuenta con 189 países miembros, que representan el 98% de la población mundial. Sólo cuatro países -Corea del Norte, Angola, Egipto, Sudán del Sur- no firmaron ni ratificaron la Convención, mientras que Israel y Birmania la firmaron en 1993, pero no la ratificaron.
En Siria, la Convención entrará en vigor, oficialmente, pasado mañana. Es precisamente allí donde la OPAQ, una organización relativamente pequeña con un presupuesto modesto, que siempre operó en un marco de discreción, lleva adelante una misión sin precedente que la colocó en el centro de atención mundial.
En medio de la guerra civil que azota a Siria y que ya causó la muerte de más de 110.000 personas, la organización es la encargada de supervisar el desmantelamiento del arsenal químico del régimen del presidente Bashar al-Assad antes del 30 de junio de 2014.
Esa misión le fue encomendada por el Consejo de Seguridad de la ONU, a través de una resolución que fue adoptada tras un ataque químico en los suburbios de Damasco el 21 de agosto pasado, que dejó 1400 muertos.
En tal sentido, el director general de la OPAQ, Ahmet Uzumcu, dijo que si bien el galardón fue un reconocimiento a la labor del grupo en los últimos 16 años, "es también un reconocimiento al esfuerzo del personal emplazado ahora en Siria, que realiza un esfuerzo muy valiente para cumplir la misión que se le encomendó allí''. Uzumcu, además, anunció que los 1,2 millones de dólares que otorga el premio, que se entregará el 10 de diciembre, en Oslo, se emplearán para lograr "los objetivos de la Convención de Armas Químicas".
Este reconocimiento para la OPAQ marcó el retorno a las raíces clásicas del Nobel de la Paz, relacionadas con el desarme, luego de algunas premiaciones controvertidas, como la del presidente estadounidense, Barack Obama, en 2009. El año pasado, el galardón fue otorgado a la Unión Europea (UE).
El mundo celebró la premiación de ayer. "Esta recompensa llega casi 100 años después del primer ataque químico y 50 días después de un indignante uso de estas armas en Siria. Lejos de ser vestigios del pasado, las armas químicas siguen siendo un peligro actual". afirmó el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
La decisión a favor de la OPAQ sorprendió a los medios, que daban como clara favorita a la joven paquistaní Malala Yusufzai, la adolescente de 16 años tiroteada el año pasado por los talibanes por defender la educación femenina en su país.
La red social Twitter, en tanto, protagonizó la anécdota más llamativa del día, cuando ante la dificultad del Comité Nobel para contactar a la central de la OPAQ, en La Haya, tuiteó: "OPAQ, por favor contacte con nosotros @Nobelprize_org, estamos intentando contactar con su oficina".
UN ESPECIALISTA ARGENTINO
Director de la OPAC
El diplomático argentino Rogelio Pfirter, de 65 años, fue director de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAC) de 2002 a 2010
Carrera
El experto estuvo al frente de la Agencia Brasileño-Argentina de Contabilidad y Control de Materiales Nucleares (Abacc)