¿El suboficial Juan Antonio Alós se olvidó su arma reglamentaria el día que desapareció? Según informaron diferentes fuentes policiales, el viernes 6 de septiembre, cuando salió en el auto Renault Clio no identificable de Drogas Peligrosas, el efectivo que apareció muerto en la madrugada del sábado 7 de septiembre pasado dejó su pistola nueve milímetros en la base de Drogas Peligrosas de barrio San Pablo, de la ciudad de Córdoba, por lo que debió regresar a buscarla.

De acuerdo con los informantes, aquella tarde Alós iba en el auto con una cabo de la fuerza, a la que llevó hasta la Terminal de Ómnibus. Pero a poco de emprender el viaje, recibió un llamado en el que le avisaban que se había olvidado su arma, por lo que regresó a buscarla.

Después, fue hacia la Terminal, dejó a la cabo, habló por teléfono con su mujer e hijas y, a partir de entonces, su rastro se convierte en un misterio hasta las 3 del sábado 7, cuando apareció sin vida, con un balazo en la cabeza y su pistola aferrada en la mano derecha, adentro del vehículo, en la ruta a Bosque Alegre.

Alós aparecía mencionado junto a un grupo de efectivos de Lucha Contra el Narcotráfico como integrantes de una supuesta asociación ilícita que investiga el fiscal federal Nº 1, Enrique Senestrari. Por el caso, están detenidos el extitular del área, Rafael Sosa, y cuatro policías de Drogas Peligrosas: el comisario Alfredo Saine, el oficial Franco Argüello y los suboficiales Fabián Peralta Dattoli y Mario Osorio.

Además, hay otros tres efectivos imputados, pero libres: Mario Nieto, Daniel Moroldo y Fabián Hoyos. También la causa tiene a un civil imputado como “partícipe necesario”, el supuesto agente encubierto Juan Francisco Viarnes, que permanece libre y cuyo testimonio fue clave para la investigación.

La viuda de Alós, Roxana Luna, a través de su abogado Carlos Nayi viene planteando una serie de objeciones a la investigación por la muerte que comanda el fiscal de Alta Gracia, Emilio Drazile. Para el funcionario judicial, se trató de un suicidio. En las últimas horas, comunicó que no hablará más con la prensa y que sólo brindará informes escritos.

Según la viuda, existen dudas que deben ser exploradas: el viernes 6 de septiembre, cuando Alós dejó de responder a las llamadas y comenzó a ser buscado, alrededor de las 19, el policía Peralta Dattoli se instaló en la casa familiar de los Alós, en Alta Gracia, y recién se fue cuando se comunicó que lo habían encontrado sin vida. Esto a pesar de que, de acuerdo a la viuda, no era amigo de la familia.

En la casa de Osorio, se encontraron ropas de Alós, además de 10 chalecos antibalas.

Dudas más recientes

La viuda del suboficial también se pregunta por qué en un primer momento se dijo que Alós apareció sin vida en el mismo lugar donde había arrojado las cenizas de su padre, y que era hijo de policías. Ambas circunstancias no son verdaderas, según aclaró la familia de Alós hace pocos días, luego de cambiar de patrocinio letrado y aceptar el del abogado Carlos Nayi. La mujer también subrayó que Alós quería declarar de manera espontánea ante Senestrari, que aún no lo había imputado, pero que recibió presiones “de arriba” para que no lo hiciera, según indicó Nayi.

A todo esto, en las últimas horas se conoció que el Clio en el que apareció muerto Alós fue trasladado, en la mañana del mismo sábado, a la base de Drogas Peligrosas de barrio San Pablo, donde habría sido lavado por dentro (no por fuera), según constaría en los libros de actas secuestrados días después por Senestrari.

Clio rojo

Vehículo no identificado. El Clio rojo perteneciente a Drogas Peligrosas en el que fue hallado sin vida el cuerpo de Juan Alós se encuentra estacionado en el subsuelo de la Central de Policía. 

Lavado. Según informó el fiscal federal Enrique Senestrari, el libro de actas de la base de Drogas Peligrosas de barrio San Pablo da cuenta de que el vehículo fue lavado en su interior luego del procedimiento policial posterior al retiro del cuerpo y antes de ser precintado. 

Acusación. Por ese episodio, el fiscal Emilio Drazile enfrenta un pedido de jury y una denuncia de la viuda de Alós.




Fuente: LAVOZ.com.ar