La última jornada de negocios de la semana en la Bolsa de Chicago concluyó ayer con leves subas para los precios de la soja y del maíz, fundadas en el anuncio de lluvias durante el fin de semana sobre las zonas agrícolas de los Estados Unidos, donde se está desarrollando la cosecha de granos gruesos. Justamente, el avance de la recolección, que provocó importantes bajas el lunes y el martes, fue el factor responsable del balance negativo con que terminaron el segmento la oleaginosa y el cereal.
Al momento de fijar los ajustes de la rueda, las pizarras del mercado estadounidense mostraron alzas de US$ 2,48 y de 2,20 sobre los contratos noviembre y enero de la soja, cuyos precios coincidieron en 475,83 dólares por tonelada. En el balance de la semana el saldo fue negativo para ambas posiciones, dado que perdieron un 1,88 y un 2,01% respecto de los valores vigentes el viernes anterior, de 484,93 y de 485,57 dólares.

Frente a la imprevisión generada por la parálisis del gobierno de los Estados Unidos, y a la posible postergación del informe mensual del USDA de oferta y demanda de granos que debería ser publicado el viernes próximo, el mercado le prestó especial atención ayer a las nuevas proyecciones de la consultora Informa Economics. La firma estimó la cosecha de soja estadounidense en 86,44 millones de toneladas, con un rinde promedio de 28,04 quintales por hectárea, por debajo de su previsión anterior, de 87,74 millones y de 28,51 quintales, pero por encima de los 85,71 millones y de los 27,71 quintales previstos por el USDA el mes pasado.

Según informó ayer la agencia Reuters, funcionarios del USDA dijeron en privado que "tendrían que considerar una nueva fecha de publicación para el reporte mensual de oferta y demanda si la paralización del gobierno duraba dos días más, porque habría poco margen para absorber la cantidad de trabajo necesario". Además, la fuente explicó que una parálisis más larga podría "reducir el valor del trabajo de campo ya hecho y hacer más difícil su conciliación con la información que se recoja posteriormente, especialmente con la cosecha cobrando ritmo".

En el mercado local, la Bolsa de Comercio de Rosario indicó que no hubo ofertas abiertas de los compradores por soja disponible. Por la mañana, la Cámara Arbitral de Cereales fijó un precio de pizarra de $ 1962. La oleaginosa nueva se mantuvo estable, dado que los interesados pagaron US$ 290 por tonelada con entrega en mayo sobre San Martín y sobre Arroyo Seco.
En el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), la posición noviembre de la soja subió US$ 0,40 y cerró con un ajuste de US$ 340,10, mientras que el contrato mayo bajó US$ 0,20 quedó con un valor de US$ 294,80.


Fuente: La Nación