Las acusaciones de acoso sexual contra el tenor español Plácido Domingo son ciertas y van desde “el flirteo hasta proposiciones sexuales, dentro y fuera del ámbito de trabajo”, según las conclusiones de un informe encargado por el sindicato de músicos de ópera de Estados Unidos (AGMA) que se ha hecho público este martes. Al mismo tiempo, Domingo ha admitido por primera vez “toda la responsabilidad” ante las acusaciones de acoso y ha pedido perdón a las víctimas.
Tras las conclusiones del sindicato AGMA, de las que solo se conoce un somero comunicado, quedan pendientes las pesquisas abiertas por la Ópera de Los Ángeles, institución que el tenor dirigió desde 2003 hasta su dimisión el pasado octubre a raíz de las acusaciones aparecidas en una investigación periodística de la agencia Associated Press (AP).
Esta misma agencia asegura ahora, citando fuentes cercanas a la investigación, que el sindicato ha encontrado testimonios creíbles de 27 personas anónimas entre las que hay mujeres que fueron acosadas o han sido testigos de situaciones de acoso durante dos décadas. El sindicato aclaró que “por ahora” no tiene intención de hacer públicos los detalles de su investigación. “El sindicato va a tomar medidas para resolver las cuestiones sistémicas que permitieron que ocurriera el acoso en el trabajo y se quedara sin denunciar”, aseguró en respuesta a los medios.
El tenor español, de 79 años, reconoció los hechos en un comunicado enviado a la agencia AP, que fue la primera en investigar su comportamiento sexual en el trabajo y que el pasado 13 de agosto publicó los primeros testimonios de nueve mujeres contra él. “En los últimos meses he tenido tiempo para reflexionar sobre las acusaciones que han hecho contra mí varias de mis colegas. Respeto el hecho de que estas mujeres finalmente hayan tenido el valor de denunciar y quiero que sepan que estoy verdaderamente arrepentido del daño causado. Asumo completamente la responsabilidad por mis actos y he crecido a partir de esta experiencia”.
Cuando se publicaron los primeros nueve testimonios en su contra (todos anónimos menos uno) respondió sin negar los hechos pero en tono exculpatorio. “Es doloroso oír que he podido molestar a alguien”, dijo, y calificó los relatos de “inexactos”. “Las reglas y valores por los que hoy nos medimos, y debemos medirnos, son muy distintos de como eran en el pasado”, añadió.
La agencia publicó entonces una continuación con 11 testimonios más de mujeres que decidieron contar su experiencia después de ver las explicaciones de Domingo. Entre ellas, la cantante Angela Turner Wilson relataba cómo en la temporada 1999-2000 de la ópera de Washington, Domingo le manoseó los pechos en el camerino mientras se maquillaban. Ella tenía 28 años y él 59. Domingo respondió a esta segunda ola de acusaciones a través de sus abogados: “La campaña continuada de AP para denigrar a Domingo no solo es equivocada sino inmoral”.
Las informaciones contra Domingo no solo se basaban en testimonios directos de abusos, sino que citaban también decenas de trabajadores de la industria de la ópera en Estados Unidos que aseguraban que el comportamiento del tenor era vox pópuli en este ambiente. Plácido Domingo lleva medio siglo en la primera fila de la ópera mundial y es una de las figuras más poderosas de la música clásica. Su comportamiento con las mujeres jóvenes era asumido y su posición de enorme poder en el mundo de la música hacía que las mujeres no denunciaran por miedo a dañar sus carreras.
Dos investigaciones formales se iniciaron a raíz de aquellas denuncias. La primera, en la Ópera de Los Ángeles, que se la encargó a Debra Wong Yang, una abogada especialista en delitos de guante blanco y protección de la reputación. La institución “está en proceso de recibir y analizar los resultados de la investigación independiente”, dijo una portavoz este martes. “Esperamos completarlo pronto”.
Un portavoz del despacho de abogados Gibson Dunn, donde trabaja Wong Yang, informó de que “el trabajo está casi terminado” y que se encuentran en conversaciones con la ópera sobre el contenido del mismo.
Mientras, el sindicato AGMA, uno de los dos que representan a trabajadores de la música clásica en Estados Unidos, encargó al abogado J. Bruce Maffeo, un antiguo fiscal federal, que investigara las acusaciones contra Domingo. El sindicato pidió a todo aquel que tuviera algo que decir que se pusiera en contacto de manera confidencial con el abogado. El objetivo no era solo aclarar el comportamiento de Domingo, sino encontrar los “fallos sistémicos” en la industria que habían permitido ocultarlo durante décadas.
Esta es la investigación cuyo resultado se ha conocido este martes. Sin entrar en detalles, AGMA asegura que “confirma las acusaciones contra Plácido Domingo”.
Europa versus EE UU
La carrera de Domingo, uno de los cantantes más celebrados de la historia, quedó detenida en Estados Unidos casi inmediatamente. Varias instituciones de ópera cancelaron sus conciertos previstos para otoño. El tenor anunció su retirada del cartel del Metropolitan de Nueva York dos días antes de una actuación prevista para el 24 de septiembre. Según The New York Times, la situación se hizo insostenible después de que los trabajadores de la producción de Macbeth se quejaran de la presencia de Domingo en el ensayo general. Domingo, que actuó durante 51 años en Nueva York, no ha vuelto a actuar en Estados Unidos.
La situación contrasta con su carrera en Europa, donde se le ha dado el beneficio de la duda hasta ahora. Domingo fue recibido con una ovación en el festival de Salzburgo poco después de surgir las acusaciones. En diciembre recibió otra ovación en Milán y realizó dos actuaciones con el teatro lleno en Berlín. La semana pasada, la Ópera de Israel confirmó que planeaba seguir adelante con el concurso anual Operalia, que patrocina el tenor, previsto para octubre en Tel Aviv.
En Madrid, tanto el Teatro Real como el Teatro de la Zarzuela anunciaron este martes que están debatiendo qué hacer con las actuaciones del tenor previstas en mayo. El Gran Teatro del Liceo, en Barcelona, comunicó que considera positiva "la asunción de las responsabilidades" de Plácido Domingo "para combatir estos hechos en el futuro y respetar el sufrimiento de todas las mujeres que han pasado por estas circunstancias". También afirmaba que "no tomará una decisión sobre su contratación" de momento, informa Jesús Ruiz Mantilla.
El Palau de les Arts, en Valencia, donde el pasado diciembre Domingo fue ovacionado en su primera aparición en España después de las acusaciones y cuyo director artístico, Jesús Iglesias, pidió respeto a la presunción de inocencia, también anuncia ahora que estudiará la situación. "Se trata de una decisión difícil, que no se puede tomar alegremente en ningún sentido porque tienes que estudiar bien las cosas y hay aspecto legales que se deben tener en cuenta”, ha dicho Iglesias este martes. No hay compromisos pendientes del cantante con el Palau de les Arts, informa Ferran Bono.
DE LA NEGACIÓN AL PERDÓN
Valores distintos. El 13 de agosto de 2019 se publicó la primera investigación en la que nueve mujeres acusaban al tenor de acoso. Una de ellas aseguró que Plácido Domingo le metió la mano por debajo de la falda y otras tres mantuvieron que las besó a la fuerza. “Siempre te estaba tocando de alguna forma, siempre besándote”. Otras tres docenas de profesionales contaron que fueron testigos del comportamiento sexual inapropiado de Domingo y de que perseguía a mujeres jóvenes impunemente. Domingo aseguró entonces que los relatos de esas mujeres eran “inexactos tal como se presentaban” y que “las reglas y valores por los que hoy nos medimos, y debemos medirnos, son muy distintos de cómo eran en el pasado”.
Piropo mal entendido. Cuatro meses después, en diciembre, cuando ya eran 20 las denunciantes. Domingo matizó en una entrevista en EL PAÍS que el acoso “debe ser castigado en cada momento y en todas las épocas. A lo que yo me refería, como español, es que el uso del piropo, por ejemplo, qué buen traje traes, qué bien te ves, eso era algo que podías decir hace 30 años, incluso hace dos. Es que no se le puede decir nada a una mujer”. Mantuvo que nunca se había “sobrepasado, no va con mi educación ni con mi manera de ser. Tampoco he abusado de mi poder en ningún teatro”. La cantante de ópera Ainhoa Arteta le defendió: “Sé que no es un acosador, pondría la mano en el fuego”.
Advertencias. El consejo era, según relataron muchas mujeres, “evitar la interacción con él a toda costa”. Si las invitaba a comer, debían evitar el alcohol y encontrarse siempre en un lugar público y a almorzar, nunca a cenar. Para no coincidir con el tenor tomaban medidas como no usar el baño más cercano a su despacho, pedir a otras cantantes o personal del teatro que las acompañaran y no contestar llamadas en casa.
Rectificación. La conclusión de la investigación abierta ha conducido a Domingo a rectificar su posición y ha pedido perdón a las mujeres que le han acusado por “el dolor” que les causó, además de asegurar que acepta “toda la responsabilidad” por las acciones denunciadas en los últimos meses.
El País