La capital de los EEUU mostró desde las primeras horas del día evidencia de la histórica paralización del sector público que afecta a la administración de Barack Obama.
Estados Unidos amaneció hoy con el gobierno parcialmente cerrado por primera vez en 17 años, una situación que obligará a 800.000 funcionarios a quedarse en casa sin cobrar y en ninguna ciudad eso fue más evidente que en la capital, sede de la administración del presidente Barack Obama y colmada de atracciones turísticas y espacios de esparcimiento para los residentes.
En Washington, los museos de la red Smithsonian y el zoológico nacional amanecieron con el cartel de "cerrado" y pidiendo disculpas a los ciudadanos por las "molestias". Tampoco pudo accederse al Monumento de Lincoln ni al clásico obelisco, uno de los lugares más visitados en la explanada conocida como el "National Mall".
La capital y su área metropolitana perdería hasta 200 millones de dólares por día mientras se prolongue la paralización, y acumularía unas 500 toneladas por semana.
A escala nacional, también se prohibirá el ingreso a la Estatua de la Libertad en Nueva York, el Parque Nacional del Gran Cañon en Colorado, al Skyline Drive en Virginia, así como tampoco se podrá entrar al Parque Histórico Independencia Nacional en Filadelfia, donde se encuentra la Explanada de la Independencia y La Campana de la Libertad.
La razón de esta clausura del gobierno es que en el día de hoy comienza el nuevo año fiscal y el Congreso fue incapaz de aprobar el presupuesto, fundamentalmente por el empeño de los republicanos en vincular ese financiamiento al desmantelamiento de la reforma de salud, conocida como "Obamacare", que hoy entra en vigencia.
El Gobierno federal es el principal empleador del país, con más de dos millones de civiles asalariados y 1,4 millones de militares en actividad.
Además de los 800.000 funcionarios que se quedarán en casa, otro millón tendrá que ir a trabajar pero no recibirá sus salarios mientras dure el cierre. Sin embargo, los militares sí seguirán cobrando, gracias a una medida aprobada anoche por ambas cámaras del Congreso y aprobada por Obama.
La emisión de datos económicos se interrumpirá y los parques nacionales cerrarán sus puertas, pero se mantendrán servicios básicos como el correo, el control del tráfico aéreo, los cheques de jubilaciones y la actividad de los agentes policiales y de seguridad.
El último cierre parcial del Gobierno, apenas el segundo en toda la historia de los EEUU, se produjo en enero de 1996 durante la presidencia de Bill Clinton y en esa ocasión duró 21 días.