Una iglesia de California instala un belén a modo de denuncia de las políticas en la frontera en el que el niño Jesús, San José y la Virgen María están separados en jaulas
Una iglesia de California ha decidido aportar una imagen poderosa a la polémica en Estados Unidos sobre el trato a los inmigrantes en la frontera sur. Si la familia de refugiados más famosa de la humanidad, la del niño Jesús, llamara hoy a las puertas de EE UU, ¿qué pasaría con ella? La Iglesia Metodista Unificada de Claremont, a las afueras de Los Ángeles, está removiendo conciencias con un belén de Navidad en el que San José, la Virgen María y el niño Jesús están separados y en jaulas.
“En un momento en el que las familias que buscan refugio en nuestras fronteras son separadas contra su voluntad, nos fijamos en la familia de refugiados más conocida del mundo”, escribió en Facebook el pasado sábado Karen Clark Ristine, una de las ministras de esta iglesia. “Imaginen a José y María separados en la frontera y a Jesús, con menos de dos años, arrancado de su madre y colocado tras una valla en un centro de detención de la Patrulla Fronteriza, como han hecho con más de 5.500 niños en los últimos tres años”.
“Jesús nos enseñó bondad y caridad y a aceptar radicalmente a todo el mundo”, reza una nota junto a la instalación. Esta Navidad, en el belén de Claremont, “la Sagrada Familia se pone en el lugar de los miles de familias sin nombre separadas en nuestra frontera”.
Si la instalación se proponía generar conversación sobre las políticas de Trump en la frontera lo está consiguiendo. El lunes, el mensaje de la pastora Ristine tenía 11.000 comentarios debajo de él y los políticos, incluido el gobernador de California, empezaban a reaccionar sobre ello.
Un comunicado en la web de la iglesia publicado el lunes respondía a la polémica. “La tradición cristiana está llena de pasión. Nos pone a prueba y nos inspira”, dice la iglesia. “Nuestra fe nos hace rezar, pensar y reflexionar. Estamos escuchando la respuesta de la gente a nuestro belén. Los oímos a todos, los rezos y las críticas. Esto es el cristianismo en acción. Nuestro belén ha evocado una conversación importante y pedimos que escuchen la pasión en las voces de los demás tanto como en la propia”.
La iglesia metodista no deja dudas de su posición en esta conversación. “Queremos responder directamente a algunas preocupaciones. Creemos que la detención y separación de familias es inmoral en cualquier Gobierno y esta congregación se ha opuesto a estas políticas desde que se pusieron en marcha”. La iglesia recuerda que ya protestó de forma parecida contra la política de inmigración en 2009 y 2012. El Gobierno anterior en Estados Unidos fue el que empezó a lidiar con el aumento de llegadas de niños y familias.