Representa casi el 75% de lo que recibe el Ministerio de Defensa
El Gobierno sigue apostando al aparato de espionaje sin hipótesis de conflicto que maneja el general César Milani. Para el próximo año, el Ejecutivo decidió otorgarle a la Inteligencia de Ejército un incremento presupuestario superior al que le asignó a la Secretaría de Inteligencia (exSIDE).
Según la Ley de Presupuesto, que se aprobó el jueves en Diputados, la caja para la Dirección General de Inteligencia de Ejército contará con una partida de 431.104.001 pesos,98 millones más que los asignados para este año y casi el75% de lo que recibe el Ministerio de Defensa para esos menesteres de las tres fuerzas. Los celos en el espejado edificio de 25 de Mayo 11, central de la exSIDE, no son para menos; la presidenta Cristina Fernández de Kirchner sólo les otorgó un aumento de 76 millones de pesos.
El ex presidente del bloque kirchnerista en la Cámara baja y ministro de Defensa, Agustín Rossi, tendrá para el próximo año un presupuesto total de 626.922.000 pesos para las cuestiones de Inteligencia. Ese monto incluye lo que se destina para las tres fuerzas armadas y para el Estado Mayor Conjunto.
En cambio, el secretario de Inteligencia, Héctor Icazuriaga, tendrá para sostener su engranaje de espionaje una caja de 689.360.000 pesos. Pero los topos de la exSIDE no sólo andan de capa caída por una cuestión de números, las especulaciones por “profundos cambios” en la plana mayor del organismo tras las elecciones de octubre los mantiene en un estado de paranoia.
Pese a las bondades presupuestarias, el ánimo en el séptimo piso del Edificio Libertador no es menor. Ni los más allegados al denunciado Milani se arriesgan a apostar 200 pesos por su futuro como jefe del Ejército.