Durante una semana 70 mil personas se dan cita en este páramo para vivir una experiencia única: construir una ciudad y luego hacerla desaparecer sin dejar el mínimo rastro. Allí se combina la vida en comunidad y las más variadas expresiones artísticas.

"Burning Man es un mundo paralelo, utópico. Es la vida durante una semana. Lo que cualquiera vive en un mes, acá se vive en un día", dijo Chantal Nahmad es una argentina que vive en Londres y participó de la última edición del evento.

Durante el día se pueden realizar las más variadas actividades y como es un evento para que cada uno pueda expresarse está permitida casi cualquier cosa que se combina con muestras de arte, instalaciones y un desfile de autos "locos". Hay días temáticos en los que todos tienen que vestirse con un tutú o completamente de blanco. Durante la noche la festividad se extiende en diferentes carpas hasta la llegada del nuevo día.

El festival se encuentra regido por 10 mandamientos que regulan la experiencia.

1) Inclusión radical.
2) Regalar.
3) No dejar rastros.
4) Responsabilidad cívica.
5) Participación.
6) Inmediatez.
7) Autosuficiencia.
8) Esfuerzo comunitario.
9) Expresión personal.
10) Responsabilidad del medio ambiente.

Black Rock City está organizado en campamentos temáticos. Hay cocina a gas, baños públicos y se duerme en carpas o casas rodantes. Se accede en auto desde San Francisco hasta Reno, la ciudad más cercana.

Es necesario llevar todos los elementos para vivir durante una semana: provisiones, bolsa de dormir, ropa y hasta la propia agua. Recomiendan llevar 4 litros por día por persona.

La manera de moverse por ese inmenso espacio es con bicicletas, que son esenciales porque las distancias son muy largas. Uno puede llevar su propia bicicleta o se pueden alquilar.

Una vez finalizado el evento los participantes se llevan todo lo que trajeron consigo y queman todas las estructuras montadas, de esta manera no dejan ningún rastro en el desierto, como dicta uno de los mandamientos.