Una cultura obsesionada con la delgadez femenina, no está obsesionada con la belleza de las mujeres, está obsesionada con la obediencia de éstas por perseguir un ideal de belleza, un cuerpo delgado, un cuerpo “Perfecto” y a cualquier precio, como consecuencia la industria de las dieta promueve, hace años, miles de métodos para bajar de peso (polvos, pastillas ) dietas milagros, de hambre como “solución”, que al mismo tiempo causa más comer de manera emocional, dañando así el vínculo con el alimento, generando más trastornos de la conducta alimentaria debido al miedo por comer y al control por los alimentos que esta mentalidad de dieta persigue.
Así se entra en un círculo vicioso del comer emocional-sentir en el que no llegamos a cumplir con esas exigencias, lo que genera más ansiedad, más estrés, más culpa y enojo con uno mismo y la salida que encuentra la mente para gestionar esas emociones y frustraciones: es la comida, por ser tan placentera...
¿Qué contradictorio, no? que en un país donde más de la mitad de la población tiene sobrepeso y obesidad se persiga la delgadez como estereotipo de cuerpo.
Los estereotipos también son violencia, nos quieren dormidas, nos quieren confundidas. Pensalo por vos, por mi, por las que vienen.
Hay un millón de cosas que nos hacen hermosas y ninguna se mide con un número.
Hoy 2 de Octubre se celebra el día del respeto a los cuerpos diversos en Río Cuarto, primera ciudad en Argentina que realizó una ordenanza que promueve la conmemoración de actitudes positivas hacia los diferentes cuerpos.
“Celebremos la diversidad” y aprendamos de esas heridas emocionales para transformarnos hacia nuestra verdadera belleza, que es sin dudas un desafío. Somos un todo, somos mucho más que un cuerpo: aceptarnos desde un lugar de amor y respetar los cuerpos en todas sus formas, para que en vez de compararte con el otro, reflejes y destaques tu belleza natural y única, sin estereotipos, sin ideales de belleza.
Lic. Agustina Isasi