La autora del 'best seller' 'Come, reza, ama' regresa con un homenaje a la feminidad, a la libertad y a la sexualidad en los tiempos del #MeToo.
"Nunca ha habido un mejor momento en la historia para ser mujer que ahora", dice la escritora Elizabeth Gilbert (Connecticut, EEUU, 1969) que presenta Ciudad de mujeres (Suma de letras), su tercer novela, ambientada en Nueva York de 1940, una época en la que la libertad de decisión de las mujeres pendía de un hilo llamado sociedad.
"Muchas historias sobre mujeres en la literatura clásica son como una especie de advertencia para que las mujeres no nos atrevamos. Mi intención era escribir una novela en la que las protagonistas se reencontraran con se sexualidad y tuvieran la libertad para decidir sobre su vida", dice Gilbert.
Ciudad de mujeres sigue los pasos de Vivian, una joven de 19 años llena de curiosidad que después de ser expulsada de la universidad emprende un viaje a Nueva York que cambiaría el rumbo de su vida. Enviada por sus padres a vivir en el teatro de su bohemia tía Peg en el centro de la ciudad, Vivian cae de lleno en un mundo colorido y lujurioso que poco se parecía al mundo en el que creció y con la educación privilegiada a la que estaba acostumbrada.
"En la actualidad es más fácil entender que las mujeres tenemos otras inquietudes", dice la autora. La diferencia entre el escenario que construyó para su obra y la época actual, según Gilbert, "es que las mujeres crean movimientos como el #MeToo y más voces se unen, antes eso no pasaba. Antes eran pocas las que tenían una vida independiente y sexualmente libre. Yo soy la primera generación de mi familia en tener absoluto control sobre mi vida. Siempre voy a luchar por eso", menciona.
A los 31 años, Gilbert recién casada y con la mirada puesta en la maternidad, se dio cuenta que su vida perfecta en las afueras de Nueva York no era lo que realmente quería. "No me sentía del todo satisfecha", dice la autora. Buscó distintas formas de escape, se separó y se embarcó en un viaje de autodescubrimiento con tres destinos: Roma, donde aprendió italiano; Bombay, donde cultivó la espiritualidad y visitó un monasterio hindú, que según Gilbert le ayudó en su "trascendencia divina"; y Bali, donde buscó el equilibrio y encontró el amor del brasileño José Nunes, con quien se casó para que pudiera vivir legalmente en EEUU.
Gracias a esta travesía que duró un año, el mundo conoció a Elizabeth Gilbert. Todas sus vivencias las transformó en una novela: Come, reza, ama (2006), una historia que resonó como un mensaje motivacional para todos los desaventurados en cuestiones del amor, logrando vender más de 12 millones de ejemplares. En 2010, el director estadounidense Ryan Murphy llevó la trama al cine con Julia Roberts y Javer Bardem como protagonistas. Recaudó más de 180 millones de euros en todo el mundo y provocó, además, oleadas de turistas que al igual que Gilbert emprendieron la búsqueda de "sí mismos" en los sitios que ella visitó.
"Creo que el mundo es una escuela. Cuando estoy pasando por tiempos difíciles lo mejor para mí es emprender un viaje. Nuestras almas eligen visitar algunos lugares porque esos sitios tienen muchas cosas que podemos aprender que nos harán evolucionar", dice Gilbert. "Todo lo que te sucede se te brinda como una oportunidad para crecer y aprender, y para convertirte en un alma más madura".
Gilbert anunció en 2016 que se separaba de Nunes después de 12 años de relación. Dos meses después, reveló que tenía una relación sentimental con Rayya Elias, su mejor amiga durante la última década, a quien habían diagnosticado cáncer de páncreas e hígado. Gilbert estuvo a su lado para acompañarla a lo largo del tratamiento. Se casaron en junio de 2017 en una ceremonia privada, y como sus votos anunciaron, su matrimonio duró hasta que la muerte las separó el pasado enero.
"Ciudad de mujeres empezó a estar en mi cabeza antes de que Rayya enfermara. Comencé a investigar para aprender todo acerca del maravilloso mundo del teatro y todo acerca del Nueva York de 1940. Luego Rayya enfermó y yo no pude escribir nada más, sólo me dediqué a ciudarla y disfrutarla hasta que murió", cuenta Gilbert.
Dice que la inspiración para continuar su novela llegó poco después de la muerte de su amada "como si recibiera un mensaje del universo que decía que lo mejor que podía hacer era escribir el libro como una especie de homenaje".
¿Aún llora la muerte de Rayya? "Sí. Es terrible que la persona más importante de mi vida, la más importante de este mundo, la persona que no me imaginaba vivir sin ella, ahora esa persona se haya ido. ¿Qué está tratando de enseñarme el universo? Parecería que mi oportunidad es decir que aparentemente puedo vivir sin esta persona, que necesito encontrar dentro de mí todo lo que encontré dentro de ella. Suena trágico porque lo es, pero a la vez es algo emocionante. Sé que parece una palabra extraña pero es casi un desafío. La respuesta parece ser siempre: sí, puedo".
¿A pesar de los momentos difíciles, está enamorada de su vida? "No sólo de la mía, también estoy enamorada de la vida de todos los seres humanos. Pienso que venimos a este mundo por una razón. La vida tiene un propio plan para cada uno, estoy enamorada de eso", concluye Gilbert.