Subió a $ 9,56, mientras el oficial lleva tres días con el precio congelado.
El dólar paralelo confirmó ayer, con una nueva suba de 10 centavos, la tendencia al alza que venía insinuando en las últimas jornadas.
El tipo vendedor se pactó a ayer $ 9,56, versus los $ 9,46 de anteayer, para alcanzar su mayor precio desde comienzos de mayo, es decir, cuando una acción coordinada del Gobierno (que combinó ajustes en las tasas de interés con persecuciones a operadores) puso fin a la corrida que lo había llevado a cotizar en torno de los $ 10,50.
El nuevo reacomodamiento al alza se registra en momentos en que el Gobierno volvió a congelar el precio del dólar oficial, que desde hace tres días se mantiene a $ 5,7710 para la venta en su versión mayorista (la única que se opera con regularidad), aplicando una estrategia que estaría destinada tanto a no encarecer las crecientes importaciones para paliar la crisis energética como a penalizar a los productores que retienen parte de la cosecha de soja, mientras se busca la manera de que la liquiden.
Pero el resultado es que la brecha abierta entre uno y otro tipo de cambio vuelve a ampliarse al punto de que ya volvió a superar el 66%, diferencia peligrosa porque, según coinciden en advertir los analistas, estimula tanto la subfacturación de exportaciones como los pedidos para importar.
"El panorama es el de siempre: una demanda sostenida y una oferta acotada. De allí que la tendencia de fondo del mercado sea a la suba, por mucho que intenten reprimirla", explicó ayer a LA NACION un cambista que no dudó en pronosticar que en los próximos días volverán "las redadas e inspecciones del Gobierno si esto sigue unos días más", en alusión a los procedimientos que habitualmente lleva adelante el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.
En los mostradores formales, los precios se mantuvieron estables, nuevamente gracias a que tanto el Banco Central (BCRA) como el Banco Nación hicieron ventas para evitar cambios (se calcula que, en total, volcaron al mercado unos US$ 80 millones). Lo curioso es que, pese a que el BCRA sacrifica a diario un promedio de 40 millones de las reservas en este tipo de intervenciones, éstas se mantienen estables desde hace cuatro días.
De esta manera, se confirma que la apuesta oficial es aminorar la tasa de devaluación del peso frente al dólar, como adelantó ayer LA NACION y queda a la vista cuando se observa que la indexación del 3% aplicada al tipo de cambio en agosto se redujo a 1,74% en lo que va de septiembre.
CAMBIOS EN LA LEY, A CONVERSAR
El titular de la Comisión Nacional de Valores, Alejandro Vanoli, descartó ayer cambios en la reglamentación de la ley de mercado de capitales, como reclamaron en las últimas horas varias entidades, aunque admitió que "hay aspectos de procedimientos y tiempos que se pueden conversar" y serán tratados "en mesas técnicas" desde la semana próxima.
"La ley está vigente y no se va a modificar, pero vamos a discutir cómo ayudar a que los agentes más chicos se puedan adaptar."