Deolinda Romero, una vecina del barrio Obrero, junta ropa y las coloca al frente de su casa para, aquellos a quienes les haga falta, las retiren.
Romero, que además tiene un merendero que funciona en su casa de pasaje Sánchez de Loria 1245, pegó un cartel al frente que decía que se podía llevar lo que quisieran. Además de ropa, puso zapatos, carteras, juguetes, libros y, en ocasiones, hace bolsas con alimentos como arroz, fideos, azúcar y harina.
“Cada 15 o 20 días hacemos el roperito solidario”, explicó la vecina y agregó que mucha gente se acerca a llevarse cosas y quien quiera colaborar puede llegarse a su casa.
La mujer comentó le hace falta una máquina de coser para reparar la ropa que recibe y ponerla a disposición de la gente del barrio.
Por otra parte, Romero dijo que los sábados a la noche entrega casi 80 viandas a vecinos del sector, a partir de los alimentos que le entrega el área social de la Municipalidad: “Tratamos que nadie se vaya sin su comida y a veces armamos bolsitas con pan”.
Explicó que no tienen recursos ni alimentos para poder entregar las viandas todos los días de la semana, por eso sólo la brindan los sábados.
Señaló que uno de los objetivos es poder construir un salón en un terreno que le cedió su hijo para poder atender a los chicos que todas las tardes reciben clases de apoyo escolar o arte.