Se trata de un enorme ejemplar jamás encontrado antes, un weta gigante, que con 71 gramos es más pesado que un gorrión.

Su tamaño es un ejemplo del gigantismo existente en esta isla, un fenómeno biológico producido debido al aislamiento y la falta de grandes depredadores.

Moffett ha contado que "le di a comer una zanahoria y tanto le gustaba que el insecto parecía ignorar el hecho de que estaba descansando en mi mano y siguió comiendo tranquilamente".

"Tras terminar rápidamente la zanahoria, y al ser una especie sumamente amenazada, no quería correr el riesgo de una indigestión y tras hacerle unas fotos dejé al gigante weta donde lo había encontrado".