El actual campeón sudamericano sorteó con esta victoria dos escollos importantes. El primero de ellos fue superar a un interesante rival con record positivo y poder de fuego en sus golpes. El segundo está relacionado con el hecho de volver a subir al cuadrilátero luego de toda la efervescencia generada tras su consagración continental en la ciudad de Río Cuarto.
En ese punto también aprobó porque lució enfocado y confiado. A punto tal que venía dominando la pelea, claramente, en las tarjetas de los jueces del combate hasta el momento de la abrupta resolución.