A falta de menos de una hora, cuando el destino de las 24 Horas de Le Mans estaba prácticamente firmado y rubricado llegó el milagro. Un pinchazo del Toyota #7, el coche que dominó toda la semana en La Sarthe, dejó en bandeja de plata a Fernando Alonso, Sebastien Buemi y Kazuki Nakajima el segundo triunfo consecutivo en la mítica carrera gala. El fastuoso broche de oro con el que coronar, además, el título mundial de resistencia.
Para ese entonces la carrera estaba totalmente sentenciada. De hecho, lo estaba desde muchas horas antes. El amanecer había llegado a Le Mans con todo dicho. O eso pensaban las 300.000 personas distribuidas por los casi 14 kilómetros de La Sarthe.
El argentino Pechito López es el que esta vez ingresará por la puerta de atrás en la leyenda de la carrera, la otra leyenda, la de las desgracias. A él le tocó sufrir, una pinchadura que le obligó ralentizar el ritmo conservador aplicado varias horas antes de la bandera a cuadros.
Error de Toyota en la lectura de un sensor.
Pero no fue solo un pinchazo, también un fallo de lectura de Toyota en este incidente. El equipo había detectado un pinchazo, pero la lectura del sensor no fue la correcta: cambiaron la delantera derecha y el problema estaba en la trasera.
Mientras, Fernando Alonso esperaba relajado el destino de la carrera para celebrar el título mundial, lo único que iba a celebrar en Le Mans. Pero el auto rival, también de la misma marca del español, perdió más de dos minutos hasta llegar a los boxes. Es más, el auto de Alonso y su tripulación lograron el sobrepaso antes de llegar al box, que corrieron para poner los neumáticos nuevos y devolverlo a pista lo antes posible. El daño era ya irreversible: Nakajima giraba por delante a poco más de un minuto.
Así y todo, José María “Pechito” López aceleró con todo lo que quedaba en su Toyota y su notable enojo para tratar de revertir la situación aunque el triunfo ya estaba sentenciado en Le Mans.
Los últimos 15 minutos, marcaron una parada para cada uno y luego hacia la bandera a cuadros, ya que Toyota dio orden de mantener las posiciones a falta de esos 15 minutos.
Volvió a ganar Fernando Alonso junto a Sébastien Buemi y Kazuki Nakajima, quienes se consagraron Campeones Mundiales del WEC. De esta forma Alonso se despide de la categoría con dos triunfos en las 24 Horas de Le Mans, la corona y al mismo tiempo con pergaminos anteriores de ser bicampeón del mundo de Fórmula 1.
Para “Pechito” López una vez más la sensación de haberlo dado todo, aunque en esta ocasión fue la vez que mas cerca estuvo. De aquí en más pensar en lo que viene, ya que aseguró su continuidad en el equipo Toyota para la temporada combinada 2020/2021. El segundo puesto es importante, pero en Argentino si no es triunfo parace no valer.