La decisión puede implicar la supresión global de miles de canales, aunque la compañía no detalla plazos ni cómo lo hará.
YouTube ha anunciado que prohibirá en su plataforma los vídeos que defiendan la superioridad de un grupo para justificar discriminación de otros por su edad, género, raza, casta, religión u orientación sexual. La compañía ha publicado el cambio de sus normas comunitarias en un post. La decisión puede implicar la supresión de miles de canales que promueven distintos tipos de supremacismo, la homofobia o el nazismo. El cambio es global, así que afectará a todas las lenguas y países donde YouTube está presente.
YouTube dice en su nota que perseguirá los vídeos que nieguen la existencia del Holocausto o de masacres en escuelas de Estados Unidos, como la matanza en un colegio de Sandy Hook en 2012, tratada como teoría de la conspiración por algunos canales conservadores que defienden que todo fue un montaje para lograr la prohibición de las armas en el país. Canales como Infowars ya han sido suprimidos de otras plataformas.
La compañía no da más detalles ni cita ejemplos concretos de canales o vídeos que serán prohibidos en la plataforma. Pero también anuncia una segunda medida: limitará las recomendaciones de vídeos que están en "el límite" o tratan lo que consideran "desinformación perjudicial", como, por ejemplo, los que promueven "absurdas curas milagrosas" para enfermedades graves o que explican que la Tierra es plana. El objetivo es evitar que el algoritmo de recomendación destaque estos vídeos "en el límite" de la verdad. Esta limitación ya está activa en Estados Unidos, donde las visualizaciones se han reducido en un 50%.
La plataforma anuncia que esta medida se implantará en otros países a finales de 2019, pero no aclara si entre ellos estará España o alguno de América Latina.
La medida de YouTube, que es propiedad de Google, es un paso más en los esfuerzos más o menos desiguales de las redes sociales para erradicar el discurso de odio de sus contenidos. La delgada línea que separa la libertad de expresión del acoso o el insulto es algo que a estas grandes empresas les cuesta gestionar. Un paso en falso implica un torrente de críticas tanto desde posiciones conservadores, por censura, como desde posturas progresistas, por falta de valentía.
"Es nuestra responsabilidad prevenir y evitar que nuestra plataforma sea usada para incitar odio, acoso, discriminación y violencia", dice YouTube en su post.
Since I started working at Vox, Steven Crowder has been making video after video "debunking" Strikethrough. Every single video has included repeated, overt attacks on my sexual orientation and ethnicity. Here's a sample: pic.twitter.com/UReCcQ2Elj
Sin embargo, este martes, la plataforma había anunciado que no veía ningún motivo para eliminar el canal de Steven Crowder, un comentarista conservador con casi cuatro millones de suscriptores. Crowder se dedica repetidamente a insultar a Carlos Maza, un periodista de Vox, un medio online, por su orientación sexual y origen latino.
Maza denunció el pasado 31 de mayo en un hilo en Twitter cómo "a pesar de su piel gruesa" ya no podía soportar más la homofobia y el racismo de Crowder: "Me ha llamado el presentador bebé, queer balbuceante, mexicano, etc. Esos vídeos reciben millones de visualizaciones en YouTube. Cada vez que cuelga uno, me despierto con un alud de insultos racistas y homófobos en Instagram y en Twitter", escribió Maza. También lamentaba que una plataforma que presumía de defender la tolerancia permitía a gente como Crowder vender su merchandising, como camisetas con el lema "El socialismo es para maricones".
YouTube respondió al hilo, que había obtenido más de 70.000 likes en Twitter, anunciando que no iba a tomar ninguna medida: "Aunque creemos que el lenguaje es hiriente, los vídeos colgados no violan nuestras políticas". Parece que a partir de ahora sí lo harán.
Una prueba de la confusión en YouTube con sus normas comunitarias las decisiones sobre el canal de Crowder un par de horas después del anuncio. Primero han dicho que iban desmonetizarlo, que es impedirle ingresar dinero a través de anuncios. Ante las quejas de Maza, han aclarado: van a impedirle que anuncie enlaces a su tienda online para que venda camisetas. Los continuos cambios parecen dirigidos a calmar las aguas de esta tormenta, hasta la próxima, cuando hayan de retocar el enésimo retoque de las normas comunitarias.
Este lunes el New York Times publicó una investigación donde se demostraba que el algoritmo de YouTube recomendaba a pedófilos vídeos inocentes de niños que colgaban algunas familias.