Según el Presupuesto 2014, la Provincia quedó mal posicionada en el reparto. Está en el puesto 22 en cuanto al destino de fondos para obras. Y en el lugar 16 en cuanto a los gastos corrientes.
Buenos Aires. El Presupuesto 2014, tal como se preveía, no tiene a Córdoba entre sus prioridades. Todo lo contrario. La Provincia quedó prácticamente al final de la tabla si se tiene en cuenta cuánto gastará/invertirá el Estado nacional en cada habitante del país, según dónde efectúe el gasto/inversión. Un informe elaborado por los diputados radicales Enrique Vaquié y Mario Negri da cuenta de esta situación (ver Gráfico en PDF).
Por cada cordobés la Nación prevé destinar sólo 814 pesos para obras públicas, mientras que para un santacruceño, por ejemplo, dispondrá de 11.059 pesos y, para un porteño, 5.598 pesos. En este rubro, el promedio nacional es de 1.765 pesos por habitante, lo que indica que los cordobeses recibirán –per cápita– 951 pesos menos que dicho promedio. Sólo los santafesinos (807 pesos) y los bonaerenses (687 pesos) recibirán menos que los cordobeses.
En cuanto a la distribución de geográfica de los gastos corrientes (sueldos, becas, jubilaciones, subsidios, etcétera), las diferencias son aún peores. Por cada cordobés se gastarán 10.451 pesos, contra los 85.317 pesos que se erogarán por cada porteño o 17.739 pesos que percibirá cada santacruceño.
El promedio nacional es de 15.971 pesos pero el grueso de las provincias está por debajo de esta cifra debido a la abultada cifra que recibe cada habitante de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En este ranking del gasto corriente per cápita, Córdoba está número 16, debajo de Santa Fe, Salta, Corrientes, Misiones o Jujuy.
En cuanto a los dos números sumados (las inversiones en obras o gastos de capital y los gastos corrientes), Córdoba queda número 19 en la tabla, ya que por cada cordobés la Nación gastará 11.266 pesos, contra 90.915 que erogará por cada porteño y 28.798 pesos por cada santacruceño. Es decir que los porteños perciben –per cápita– siete veces más que un cordobés. Y un santacruceño recibirá 2,5 veces más.
Vale una aclaración. Gran parte de los 90.915 pesos que van a cada porteño para gastos corrientes y de capital se derraman, en realidad, a los habitantes del conurbano bonaerense. Sin ir más lejos, el voluminoso gasto en subsidios a los trenes de pasajeros o al servicio de agua corriente.
Si se considerara a Capital Federal y a la provincia de Buenos Aires como un distrito único y se dividiera todo el dinero que la Nación gasta en esas dos jurisdicciones por la suma de sus habitantes, el monto obtenido sería de 23.619 pesos, es decir, más del doble de lo que se eroga por cada cordobés. A santafesinos y mendocinos les sucede lo mismo que a los cordobeses.
Esta información no fue presentada por el Ministerio de Economía nacional cuando envió el Presupuesto 2014 al Congreso. De hecho, desde hace tres años la Secretaría de Hacienda dejó de mostrar la distribución geográfica del gasto en las ejecuciones presupuestarias, es decir, cuando el dinero ya se gastó efectivamente.
Provincia por provincia
Los diputados Vaquié (Mendoza) y Mario Negri (Córdoba), ordenaron la información provincia por provincia para conocer cuáles son las prioridades del Gobierno nacional a la hora de ejecutar lo que se recauda.
“Esto no es una novedad, es conocida la discrecionalidad con la que el kirchnerismo maneja los fondos que son de todos los argentinos. El saldo, como siempre, es mayor centralismo y destrucción del federalismo”, opinó Negri. Agregó: “Córdoba está entre las provincias más discriminadas por la Nación, como pasa año a año”.
Vaquié, que fue ministro de Hacienda de Mendoza, explicó que los gastos corrientes absorben casi el 89 por ciento de las erogaciones totales, mientras que el 11 por ciento corresponde a las erogaciones de capital.
“Sólo ocho provincias tienen erogaciones de capital superiores al 20 por ciento del gasto en su jurisdicción. Ellas son: Tierra del Fuego, Santa Cruz (el mayor: 38 por ciento), Río Negro, La Rioja, Jujuy, Formosa, Chaco y Catamarca.
En el otro extremo puede observarse a Ciudad de Buenos Aires, provincia de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe que tienen entre 6 y 7 por ciento de la inversión destinada a gastos de capital. Mendoza completa el quinteto de olvidados con el 10 por ciento”, abundó.
Vaquié aclaró que para el estudio de la distribución geográfica del gasto público debe recordarse algunas circunstancias que modifican esta distribución. Por ejemplo, los servicios que el Gobierno nacional presta en algunas jurisdicciones y no en otras, como es el caso de la seguridad y la Justicia en Ciudad de Buenos Aires (y ahora la seguridad en la provincia de Buenos Aires, con gendarmes y prefectos) o la existencia de provincias que no transfirieron sus cajas jubilatorias y a las que la Nación no compensa (el caso de Córdoba es paradigmático: le deben sumas millonarias desde fin de 2010).
Una forma de compatibilizar provincias tan disimiles es ver el gasto per cápita, utilizando para ello los datos del Censo Nacional 2010, aclaró Vaquié.
El diputado del PJ cordobés Francisco Fortuna sumó ayer su queja: “La Nación se sigue quedando con el 75 por ciento del ingreso”, dijo, a lo que denominó una situación de “impuestos sin federalismo”.