Una huella de hace 15.600 años descubierta en 2011 en el sitio arqueológico Pilauco, en el sur de Chile, fue catalogada como el vestigio humano más antiguo descubierto en América, indicaron los científicos que realizaron el descubrimiento.
Desde 2007, un grupo de científicos de la Universidad Austral de Chile realiza excavaciones en Pilauco, ubicado en un barrio de la ciudad de Osorno (unos 820 km al sur de Santiago) donde descubrieron esta huella humana del Pleistoceno tardío, era que comenzó hace 2,59 millones de años y finalizó aproximadamente en el 10.000 antes de Cristo.
Descubierta en 2011 al costado de una casa y tras una ardua investigación, los científicos encabezados por la paleontóloga Karen Moreno y el geólogo Mario Pino lograron determinar que la huella humana data de hace 15.600 años.
"Existen otras huellas humanas en las Américas, pero ninguna ha sido fechada con esta antigüedad, lo que fue posible gracias al material orgánico vegetal donde fue realizada y cubierta que permitió fecharla con radiocarbono", dijo Pino en declaraciones difundidas ayer por el diario El Austral de Osorno.
La huella de Pilauco superó a otra hallada en Monte Verde (sitio arqueológico chileno ubicado al sur de Osorno) que databa de hace unos 14.600 años.
Un hombre de 70 kilos
Pino, uno de los responsables de Pilauco desde los inicios de las excavaciones, explicó que la huella es de un hombre de aproximadamente 70 kilos y correspondería a icnoespecie Hominipes Modernus, especie relacionada al género Homo, especialmente Homo Sapiens.
Existen otras huellas que se encontrarían debajo de la casa, pero en la zona que circunda la infraestructura no se encontraron más ya que habrían sido destruidas durante las excavaciones, según Pino.
En 1986 se registraron los primeros restos de la mega fauna que habitaba la zona hace más de 12.800 años, como gonfoterios (especie pariente de los actuales elefantes), caballos americanos, así como semillas, madera, huellas humanas, pero también rastros de asteroides.
El estudio de los científicos fue publicado el miércoles pasado en la revista científica Plos One una de las más prestigiosas del mundo.