Repasando la actualidad y siempre convocando a la necesidad de mirarnos y mirar al exterior, La Mañana del Limón dialogó con
Juan Carr de Red Solidaria, en el marco de su nominación al premio Nobel de la Paz.
La organización nació en 1995 como la posibilidad de ayudar a quienes necesitan a través de personas dispuestas a colaborar en un país como Argentina, siempre considerado muy solidario.
Juan consiguió el cambio en la visión de muchas personas y realizó campañas desde la búsqueda de personas hasta de concientización sobre las precauciones para evitar intoxicaciones en invierno como dejar la ventana abierta.
La nominación viene a través de la UNESCO, dentro de la Cátedra de la Cultura de la Paz. Es la octava vez.
Juan Carr celebró la comunicación con Radio Río Cuarto ya que su hermana vive en La Falda y su padre también hasta los últimos días de vida.
Sobre cómo ve el país y el llamado a elecciones dijo que Argentina sigue creciendo cuando aparece un dolor. “El argentino cuando ve que alguien sufre, no da muchas vueltas, lo abraza a pesar de lo que piense el otro. Esa es nuestra victoria”, destacó.
El referente social señaló que cuanto más jóvenes más valor le dan a la cultura de la solidaridad y eso cada vez tiene más prestigio.
Sin embargo
consideró preocupante que ese mundo joven no quiera dar un paso a la política porque aseguró es la única manera de solucionar nuestros problemas.
Insistió en
un gran acuerdo para solucionar la pobreza de más de 8 millones de argentinos a través de una mesa donde 20 o 30 jugadores se reúnan a acordar un plan de acción.
Sobre la histórica división de los argentinos, indicó que funcionamos muy bien en situaciones complejas, pero ante discusiones profundas aparece la división,
“la zanja”. Planteó que esto se da más en dirigentes que en el pueblo.
“Yo estoy abrumado de la generosidad de la gente”, dijo el referente social y aseguró que la capacidad de dar de los argentinos es un motor fabuloso, verdadero y no imaginario.
Por otra parte destacó algunos logros desde el año 1983 hasta estos tiempos, tanto en la batalla del hambre como en otras. “Algún día llegaremos al hambre cero”, dijo.
El
número de trasplantes sigue creciendo cada año y cada 16 horas una familia que pierde a un familiar decide donar, indicó en primer lugar.
Además 1 millón de argentinos donan sangre por año.
Por esto aseguró que hay conciencia y números reales que muestran una mejora como sociedad, lo cual consideró muy alentador para quienes buscan cambiar la realidad.
Sobre las
futuras elecciones dijo que hay ideas políticas que siguen, gente que toda la vida votará al mismo partido, y después hay un centro entre un 20 y 40 por ciento a quienes los políticos buscan persuadir para tratar de torcer su voluntad.
Un gran acuerdo
“Todo indicaría que hay entre 8 y 12 millones de personas en la pobreza en Argentina, realidad con la cual conviviremos por más de 8 años ya que seguro no se modificará en dos presidencias”, apuntó Carr.
Sostuvo la necesidad de un gran acuerdo, un encuentro para que gane quien gane se pueda acordar que hacer en los próximos 4 u 8 años para una situación que en lo inmediato no cambiará.
“Esa es nuestra angustia”, aseguró el nominado al premio Nobel de la Paz e indicó la dificultad en Argentina de juntar a 20 o 30 jugadores en la misma mesa para armar un plan de acción que termine con la pobreza extrema y genere puestos genuinos de empleo.
“Si alguien se pusiera a diseñar encuentros sería muy importante. Lo demás anda muy bien”, insistió.
Sobre lo que significa la nominación, Carr dijo que la primera vez sintió alegría y destacó que rescata la manera y el modo en que se organiza la solidaridad en el país y en otros países cuando hay una necesidad. “Me alegra que sea una nominación colectiva”, expresó.
Por último explicó que “están obsesionados con conformar una red global y tratando de profundizar en Argentina la red con gente común”.
Señaló que las PASO y elecciones, buscarán sumar nuevos amigos, informando en los centros de votación sobre alguna persona que sepan este perdida en su localidad.