Pasan los años, las costumbres cambian pero la fantasía de los Reyes Magos está intacta.

La vecinal Roque Sáenz Peña y el Grupo Ilusiones reunieron una gran cantidad de voluntarios quienes trabajan para que los niños vivan la ilusión.

La caravana partió a las 20:30 horas del Comedor Ilusiones y el Cotolengo Don Orione fue la primer parada para estos mágicos personajes.

Lorena Toledo trabaja por  lo que muchas veces no tuvo en su infancia: el esperado regalo de los Reyes.

Por su parte, Leonardo Gragetto, de la Vecinal Roque Sáenz Peña admitió que están dispuestos a todo para conseguir una golosina si algún chico no la recibiera porque se agotaron en la caravana de estos queridos reyes.