Son sorprendentes las historias de hallazgos de autos clásicos en algún depósito abandonado o en algún viejo campo, pero el que se conoció recientemente ha superado todo lo conocido hasta ahora. Es que un grupo de buzos internacionales encontraron bajo el agua un auto que permanece allí desde hace 90 años.
Una cupé Chevrolet de 1927 continúa aún "estacionada" dentro del Manasoo, una embarcación que naufragó en 1928, en la Bahía Georgiana del lago Huron, en Canadá.
El 14 de septiembre de 1928, una fuerte tormenta causó el hundimiento de esta embarcación a vapor de 54 metros de eslora. En el Manasoo iba con 17 tripulantes, cuatro pasajeros, 116 cabezas de ganado y una cupé Chevrolet. Solo cinco personas sobrevivieron, incluyendo a Donald Wallace, un ganadero y el dueño del vehículo.
Los restos del barco, junto con el automóvil de época, fueron encontrados por un grupo de seis buzos y exploradores. Cris Kohl, un historiador, formaba parte del equipo.
"Después de encontrar el Manasoo, profundicé más en los relatos de 1928 sobre las consecuencias del hundimiento", dijo Kohl en un comunicado. Luego encontró un registro en un periódico que "daba la ubicación y la profundidad exacta del naufragio".
A pesar de estar cubierto de mejillones, el Chevrolet conserva su forma original y sin daños estructurales. Parte de la explicación radica en que el Manasoo se fue hundiendo lentamente y que lo hizo en agua dulce; el efecto corrosivo del agua salada de mar hubiera hecho estragos.
El Chevrolet es un Serie AA Capitol, con un motor de 2.8 litros y caja de tres velocidades. Era el vehículo que la marca del moño había lanzado para intentar competir con Ford, que dominaba el mercado de aquellos años, primero con el Model T y luego con el Model A.