Luego de haber arrancado en baja, el dólar se dio vuelta este lunes y cerró en un promedio de $ 39,97, casi un peso y medio por encima del viernes. Aquel día también había mostrado un aumento. Según los datos del Banco Central, en siete entidades llegó o pasó la barrera de los 40 pesos. En el Banco Nación, quedó apenas por debajo: $ 39,85.

Entre las causas de la suba, para algunos analistas puede ser el excedente que dejó la licitación de Lebac del martes pasado, en donde el Central no renovó $ 120.000 millones. Eso sumado a que el otro día el Tesoro sólo captó con Letes unos $ 34.000 millones.

Y entre otros motivos para la suba del dólar también se mencionan un desarme de carry trade (colocaciones en pesos) y demanda por vencimientos de importaciones de empresas grandes.

Todo esto ocurre luego que el primer corte del promedio del Banco Central, a las 11 de este lunes, mostrara una baja de la divisa de 7 centavos, a $ 38,43.

El mayorista, por su parte, después de haber arrancado en baja también pegó un salto importante durante la jornada. Este mercado es donde operan bancos, grandes empresas y el Banco Central, y cuya cotización termina incidiendo luego en el canal minorista, donde compran los ahorristas.

La suba de más de un peso, o casi 3%, que mostró el dólar en la rueda del viernes, ya había encendido algunas alertas entre operadores y analistas. Ese día, la divisa escaló en $ 1,07 y terminó en $ 38,50. Ahora roza los 40.

¿Se terminó la paz cambiaria? ¿Las tasas de interés bajaron demasiado rápido? ¿Hicieron toma de ganancias quienes apostaron al “carry trade”? ¿El clima preelectoral ya empieza a jugar en la definición de las inversiones? Todos esos interrogantes circularon el viernes y seguramente se reinstalarán este lunes, cuando se retomen las operaciones.

Con el rebote del dólar, que se extendió durante toda la semana, el tipo de cambio mayorista había quedado casi 4% arriba del piso de la banda cambiaria, que había llegado a rozar hacia el 15 de noviembre. Ahora se alejó un poco más.

Los operadores están ciertamente intranquilos porque algunas variables se resistieron a acompañar el retroceso del tipo de cambio y de las tasas desde el arranque del programa monetario en octubre. Y ahora el dólar volvió a aumentar.

Tanto en el Ministerio de Hacienda como en el Banco Central confían en que cuando se conozcan los primeros datos (o anticipos) privados sobre la inflación de noviembre el humor tenderá a cambiar. Hay quienes ya están proyectando cifras que podría dar por debajo del 3% para el mes que está por terminar y más cerca del 2% en diciembre.