Cuando tenemos un bebé, comenzamos a adquirir muchos productos que ahora necesitaremos: ropita, muebles, biberones, carriola, silla para el coche y demás accesorios que nos serán de utilidad para su cuidado. Hay otros objetos que no son indispensables, pero que también es importante tenerlos... ¿o no?

Hablemos de juguetes de bebés: ¿en realidad son indispensables? Una madre comparte en un tierno y gracioso vídeo, que esto no siempre es verdad y que a veces los bebés prefieren las cosas más simples y comunes que ya tenemos en casa, en lugar de los juguetes que son para ellos.

Esther Anderson es la mamá bloguera de Story of this life que nos ha regalado en ocasiones anteriores divertidos vídeos y reflexiones de cómo es la vida con niños pequeños, como esos momentos en los que nos "ayudan" a ordenar la casa y gracias a esa pequeña ayuda en realidad nunca terminamos nada.

Ahora, ha vuelto con un corto y ligeramente acelerado vídeo para mostrarnos otra de las cosas que suceden cuando se tiene bebés en casa, y que muchos descubrimos hasta que ya somos padres: los niños prefieren los objetos comunes de casa, en lugar de los coloridos juguetes creados y comprados exclusivamente para ellos.

En el vídeo, podemos ver como Esther le da a Tessa, la menor de sus tres hijos, diversos objetos y juguetes al mismo tiempo, para que la pequeña elija entre ellos. Y como era de esperarse, su bebé prefirió siempre los objetos comunes como el mando de la televisión, las llaves y el móvil, en lugar de sus propios juguetes y muñecos.

Desde luego, su vídeo se llenó de comentarios de otros padres porque a todos nos ha sucedido lo mismo alguna vez. Incluso nos viene a la mente esa famosa anécdota que seguramente a todos nos sucede, cuando le compramos un juguete grande a nuestros hijos y resulta que éstos prefieren divertirse más con la caja en la que venía.

Si bien el vídeo lo hizo con sentido del humor, de él podemos tomar un mensaje y pequeño recordatorio: no necesitamos llenar de juguetes a nuestros hijos para que lo pasen bien. No porque se conformen con los objetos que tenemos en casa, sino porque lo más divertido no son realmente los juguetes, sino el tiempo que pasemos a su lado, con o sin accesorios.