Por primera vez, un grupo de investigadores tiene evidencia de que los sueños ayudan a calmar el impacto de los eventos emocionales en nuestras vidas, actuando como una terapia nocturna.
El hallazgo plantea la posibilidad de hackear nuestros sueños para impulsar el aprendizaje, la memoria y el bienestar emocional.
Terapia nocturna
Mark Blagrove de la Universidad de Swansea en el Reino Unido y sus colegas han descubierto que la fuerza emocional de las experiencias que tenemos cuando estamos despiertos están relacionadas con el contenido de nuestros sueños y la intensidad de las ondas cerebrales de nuestros sueños. Los investigadores también descubrieron que los eventos que tenían un mayor impacto emocional tenían mayor probabilidad de incorporarse a los sueños de una persona que las experiencias más neutrales.
Durante el sueño REM, la actividad eléctrica en el cerebro oscila a una frecuencia entre 4 y 7 hertzios, generando un tipo de onda cerebral conocida como ondas theta. Normalmente están asociadas con las primeras etapas de sueño, fases 1 y 2. Se generan tras la interacción entre los lóbulos temporal y frontal.
A la luz de este hallazgo, la intensidad de las ondas theta de una persona se correlacionaba positivamente con experiencias recientes y emocionalmente poderosas.
El equipo descubrió que la actividad theta es mayor en las personas que tienen pesadillas frecuentes. Puede ser que esas personas hagan un mayor esfuerzo mental para procesar sus emociones y experiencias durante el sueño. Según Blagrove:
Este es el primer descubrimiento de que las ondas theta están relacionadas con soñar con la vigilia reciente, y la evidencia más sólida hasta ahora de que el sueño está relacionado con el procesamiento que el cerebro está haciendo de los recuerdos recientes. Sabemos que las personas que tienen más sueño REM y una actividad theta más intensa durante el REM son más capaces de consolidar los recuerdos emocionales. Si intentamos hackear nuestros sueños aumentando artificialmente las ondas theta, esto podría llevar a la incorporación de más experiencias de vigilia en nuestros sueños. Esto podría ayudarnos a aprender mejor
Las neuronas se valen de las ondas cerebrales para separar lo importante de lo secundario en los procesos cognitivos. Usan las diferentes frecuencias de las ondas cerebrales para clasificar la información antes de hacerla llegar a las células nerviosas que toman las decisiones. Así pues, las técnicas que aumentan las ondas theta durante el sueño también podrían abrir la puerta para mejorar nuestra capacidad de almacenar recuerdos.