Imaginemos que una pareja sana decide tener una relación sexual. ¿Cuál sería la probabilidad estiada de que ese acto sexual termine en embarazo?
Dependiendo del día del mes, la cifra oscilará entre 0 y 9 %. De promedio, podemos decir que la probabilidad de que un coito termine en embarazo (siempre que no haya medidas para evitarlo) es de aproximadamente el 3 %.
La probabilidad de tener 100 hijos
Imaginemos que un hombre tiene 100 relaciones sexuales con mujeres diferentes en un año. Al final, de promedio, tendría tres hijos. Naturalmente, ese promedio se calcula excluyendo múltiples factores, como recuerda Cordelia Fine en su libro Testosterona Rex:
Esta estimación asume que el hombre, contrariamente al principio de "apareamiento indiscriminado", excluye a mujeres de menos de veinte años y mayores de cuarenta, ya que tienen más ciclos sin producción de óvulo. Tampoco tiene en cuenta que algunas mujeres presentarán infertilidad crónica (Einon estima que un 8 %), o que las mujeres que generalmente se abstienen del sexo tienen ciclos menstruales más largos y ovulan menos frecuentemente, dificultando así el embarazo a partir de un único coito.
También hay que tener en cuenta que los hombres son cada vez menos fértiles. En solo 40 años, la fertilidad masculina se ha reducido en más de un 50%: la concentración espermática ha disminuido concretamente en un 52,4% en hombres de América del Norte, Europa, Australia y Nueva Zelanda.
Pero incluso en estas condiciones ideales y tan poco realistas, cien coitos solo acabarán en tres embarazos. Eso no significa que no existan hombres que hayan engendrado a, por ejemplo, 150 hijos... como este caso de un donante de esperma. Pero en el coito tradicional, alcanzar esa cifra supondría 5.000 coitos ideales.
Y eso que, en un ser hombre normal, una dosis normal de semen contiene más de unos 180 millones de espermatozoides. No, no es ni de lejos el animal que más espermatozoides expulsa.
Para luchar contra unas probabilidades tan bajas, podrías pensar que bastaría con que los hombres limitasen su atención sexual a las mujeres que estén ovulando. Es por todos conocido que eso es imposible, ya que, a diferencia de las hembras de otras especies, las mujeres no avisan cuando están en la parte operativa del ciclo.