En distintos puntos de la provincia fue percibido junto con una suerte de estruendo. No hubo datos de víctimas ni daños.
El miércoles a la noche, a la hora del descanso, miles de cordobeses se vieron sorprendidos y alarmados por un fuerte movimiento sísmico, acompañado por un estruendo, pero afortunadamente no se conocieron noticias sobre víctimas personales o daños materiales.
El episodio se produjo a las 22.43 de anoche y de inmediato se produjo una avalancha de mensajes sobre el fenómeno, a través de las redes sociales o de los medios de comunicación, desde numerosas localidades del interior provincial y de la propia capital.
Por entonces había mucha incertidumbre sobre el lugar del epicentro, la magnitud del movimiento y sus eventuales consecuencias.
Con el correr de los minutos, desde un sitio web de un Instituto de sismología de los Estados Unidos, se lanzó la información de que el temblor se había registrado en un sector ubicado a 21 km de la localidad de Villa Berna, en el valle de Calamuchita; a 24 km de Alta Gracia y a 36 km de Villa Carlos Paz. La magnitud fue de 4,7 en la escala de Richter y se produjo a 20 km de profundidad.
Desde el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (Inpres) con asiento en San Juan, el técnico Mario Figueroa dijo que según el instrumental el epicentro se ubicó cerca de Mina Clavero y que tuvo una intensidad de 3 a 4 puntos de la escala Mercalli. Agregó que después se percibieron dos réplicas más suaves.
Además, precisó que en la ciudad de Córdoba se percibió con una intensidad de 3 grados, al igual que en Río Cuarto. Aparte de las localidades cordobesas, el temblor también fue sentido por habitantes de la provincia de San Luis.
Figueroa aclaró que este episodio sísmico nada tiene que ver con los voraces incendios que afectaron a Córdoba durante los últimos días
Hasta anoche, las consultas a la Policía no arrojaron novedades sobre consecuencias humanas ni materiales.