La mafia italiana no soportó un último revés en su venta ilegal de estupefacientes y ofreció casi 6 mil dólares por Pocho, el perro de la Policía de Nápoles que ayudó a descubrir importantes cargamentos de drogas.
Pocho se enfrenta a la Camorra, una de las organizaciones criminales más grandes de Italia, con grupos muy influyentes principalmente en las ciudades de Nápoles y Casal di Principe.
El último golpe contra el grupo mafioso que protagonizó Pocho fue el descubrimiento de 10 kilos de cocaína, lo que representó otra pérdida millonaria para la Camorra.
Es por ello que el grupo mafioso ve a Pocho como una verdadera amenaza. El perro, un Jack Rusell de nueve años, es muy rápido y tiene un olfato infalible para descubrir drogas.
El viernes el ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, escribió sobre el caso en su cuenta en Twitter: “Gracias a su nariz infalible, este perro antidroga ha hecho perder millones de euros a los camorristas que, por eso, ahora lo quieren MUERTO. Dais asco… Grande Pocho, ¡te honro!”.
Según La Vanguardia, Camorra jugó todas las cartas por acabar con el eficiente trabajo de Pocho. En algunos lugares le han dejado comida con droga y, en otros, perras en celo. Pero nada distrae al adiestrado perro.
Los perros vs la mafia
No es la primera vez que la mafia libra una batalla contra los perros antidrogas. En junio, un clan narco en Colombia ofreció una recompensa de 70 mil dólares para matar a una mascota que las autoridades de ese país definen como "el dolor de cabeza" de los narcotraficantes.
El líder del Clan del Golfo, Dairo "Otoniel" Úsuga, es uno de los hombres más buscados en Colombia. El capo narco ofreció una recompensa 70 mil dólares por la cabeza de Sombra, la perra. Por eso, decidieron protegerla y llevarla a Bogotá, donde durante tres horas al día y con custodia, sigue inspeccionando, esta vez, en la zona de carga del Aeropuerto Internacional El Dorado.