Sin contar con que ir a Arlington, o Père-Lachaise o visitar Highgate y pasear sin buscar inquilinos famosos ya es digno de turismo, hay mucha gente que va a prestar sus respetos a aquellos famosos que intentan descansar entre tanta visita.

Jim Morrison

Ya hemos hablado en alguna ocasión de esa maravilla del descanso eterno que es Père-Lachaise en París. Entre uno de los que más peregrinajes consigue ahí está Jim Morrison. Descansar tranquilamente no le han dejado mucho, porque le hicieron de todo al pobre busto que decoraba la tumba, hasta que en 1988 lo robaron.

Elvis Presley

Elvis Presley está en Graceland, el rancho horterada que el cantante tenía Memphis y en el que vivió desde los 22 años hasta que se murió. Descontando los momentos Las Vegas, claro. Sigue siendo uno de los lugares más visitados de todo EEUU, con 600000 visitas al año y es Monumento Histórico Nacional.

Luisa May Alcott

La inolvidable escritora de ‘Mujercitas’, esa preciosidad de libro drama que cuenta su vida, está enterrada en el cementerio de Sleepy Hollow en Concord, un precioso pueblo cercano a Boston y en el que está su casa-museo y también hay otros escritores enterrados.

Nathaniel Hawthorne

Sigamos con Concord y con Sleepy Hollow porque un poco más arriba de dónde está la tumba de Luisa May Alcott descansa Nathaniel Hawthorne, el autor de ´La Letra Escarlata’ y la preciosa ‘Moses from the old Manse’

Henry David Thoreau

“Y me fui a los bosques a vivir la vida...” quizás lo que una generación conoció de Henry David Thoreau por ‘El Club de los Poetas Muertos’, a otros nos llamó a la rebelión con su escrito sobre la desobediencia civil. Está con Hawthorne y Alcott en Concord, donde suponemos que en las noches buenas hablán de literatura.

Oscar Wilde

En Père-Lachaise está también Oscar Wilde, en una tumba mucho más repujada y gigante que la de Jim Morrison. Rivalizan en visitas y hace unos años tuvieron que protegerla con un cristal porque la gente no sabe estarse quieta y dejaban marcas de carmín por doquier, y chicles, que es una cosa muy asquerosa.

Napoleón

La tumba de Napoleón Bonaparte es digna de un emperador como él: Les Invalides, en pleno centro de París y protegida como si allí viviera quien todavía reinara. Sí París es un lugar muy de visitar difuntos.

John Fitzgerald Kennedy

El Cementerio Nacional de Arlington, en Virginia, es lugar de peregrinación tanto por motivos turísticos como para todos aquellos que prestan sus respetos a aquellos caídos en el ejercicio de su deber para con la patria: John Fitzgerald Kennedy murió tiroteado en su coche en Dallas. Respeto. Hay que guardar silencio ante su tumba, la de Jackie, la de 2 hijos. Un poco más allá sus hermanos Ted y Bobby... Y de ahí, visita imprescindible a la tumba del soldado desconocido, siempre guardada por un soldado.

William Shakespeare

Para rendir tus respetos al bardo tendrás que ir a Stratford-Upon-Avon, al interior de la Holy Trinity Church y allí, con las propias palabras que William Shakespeare dejó dichas para su tumba, verás una simple lápida que dice: “Buen amigo, en nombre de Jesús abstente, de cavar el polvo aquí encerrado. Bendito sea el hombre que espete estas piedras, y maldito el que mis huesos mueva”

Edgar Allan Poe

Edgar Allan Poe tuvo una vida triste que terminó en un Baltimore oscuro. Está enterrado en el Westminster Hall and Burying Ground, no muy lejos de donde apareció casi sin vida una mañana.

Karl Marx

En las afueras de Londres, en un cementerio que recibe visitas y aparece marcado como lugar turístico hay un busto igual de rotundo que la figura de Karl Marx: serio, hierático, amenazador. Así te mira desde su lugar de descanso en el cementerio de Highgate