Gustavo Mastrocola, Iván Juárez, Mauricio Gutiérrez, Mario Saravia, Antonio Martino, David Gigena, Jorge Martín, Héctor Mage y Humberto Nocelli son un grupo de hombres unidos por compartir el valor hacia los trenes, por ello desde el 2007 realizan una travesía ferroviaria y solidaria en una zorrita que recorre las distintas redes de trenes del país.
En diálogo con La Mañana del Limón, conducido por Daniel Gauna y Julián Colombo, Gustavo Mastrocola contó que esta iniciativa surge de la Asociación de Los Catangos de Bahía Blanca y reúne a hombres de distintos puntos de Argentina. Dos veces al año se realiza esta travesía en dos zorritas, Brujilda y Josefina que cuentan con motor.
En esta travesía viajan desde Bahía Blanca y pretenden llegar hasta San Juan. La finalidad es recorrer las vías del tren visitando escuelas y buscando que vuelva el tren. “Hay generaciones de niños que no conocen viajar en tren y a su vez queremos educar sobre los peligros de cruzar un paso de tren. Hay ramales que se están recuperando y a través de nuestro recorrido vemos muchos pueblos inhabitados por la ausencia del tren” cuenta Mastrocola.
En esta travesía recorrerán 1100 kilómetros, “la travesía más larga fue en el 2016 que fuimos desde Bahía Blanca hasta Tucumán para celebrar el bicentenario” relató Gustavo, quien agrega que a medida que recorren los distintos lugares se encargan de llevar banderas para las distintas instituciones.
Mastrocola comentó que en algunos lugares las vías están impecables, “en otros lugares flojas, pero está el trazado y lo que necesitan es mantenimiento y cuestiones políticas para que corran los trenes”.
El miembro de este grupo plantea que esta travesía implica una defensa del trabajo, plantea como se nota la desconexión de los pueblos entre sí por la falta del tren, “no se puede pensar un país en serio sin un medio ferroviario en serio, no estamos fortaleciendo las economías regionales, cualquier país de primer mundo tiene trenes”.
Gustavo comentó que se viven muchas sensaciones fuertes a medida que recorren las vías ferroviarias, “los niños te esperan y la gente jubilada, los ferroviarios jubilados te cuentan sus historias. Las travesías son muy movilizadoras y uno quisiera tener más tiempo para charlar con la gente. Uno se encuentra con los sentimientos a flor de piel”.
De 50 a 80 kilómetros por día recorren las zorritas que viajan a una velocidad de 25 km/h.