La mandataria argentina y Horacio Cartes dieron a sus cancilleres 60 días para presentar soluciones a las diferencias por la deuda de Yacyretá, el Mercosur y el comercio.
Hubo sobrados elogios mutuos e innumerables gestos dirigidos a relanzar las relaciones entre la Argentina y Paraguay. Pero detrás de las sonrisas que cruzaron ayer los presidentes Cristina Kirchner y Horacio Cartes en la Casa Rosada hubo una resolución pragmática del encuentro: ambos jefes de Estado instruyeron a sus cancilleres a presentar, en el plazo de 60 días, soluciones técnicas para los problemas concretos que afectan el vínculo entre Buenos Aires y Asunción.
Cartes, que asumió la presidencia de Paraguay el 15 de agosto pasado, realizó ayer su primera visita al exterior y eligió para ello a la Argentina. De esta manera, Cristina Kirchner recibió el gesto como una señal de "reconstitución" del Mercosur. Es que tras la destitución del entonces presidente Fernando Lugo, en junio de 2012, Paraguay fue apartado temporalmente del Mercosur y recién ahora, elecciones mediante, fue incorporado al bloque regional.
"Su visita, presidente, no es sólo una visita de Estado sino lo que yo considero la reconstitución de un instrumento que es política de Estado como es el Mercosur, y que es para todos los sudamericanos una poderosísima herramienta para que nuestros países sigan creciendo", afirmó Cristina Kirchner ayer, en la Casa Rosada, tras un encuentro a solas con su par de Paraguay.
En la presentación de ambos jefes de Estado ante la prensa Cristina Kirchner se deshizo en elogios a Cartes. "Es un presidente muy comprometido en el combate contra la pobreza en su país, bandera y objetivo que no podemos menos que compartir", dijo con una mirada cómplice a su par de Paraguay.
Inmediatamente, la Presidenta reveló parte del encuentro con Cartes. "Me dijo algo que me impresionó y conmovió: que quiere ser un presidente de un país que no exporte más pobreza sino que genere riqueza y crecimiento para sus propios compatriotas", dijo mientras estallaron los aplausos de los gabinetes de ambos países, presentes en el lugar.
Cartes también agradeció los gestos de Cristina Kirchner y destacó el apoyo que reciben en la Argentina cerca de un millón de paraguayos que viven aquí.
En su exposición pública, Cristina Kirchner destacó el proyecto de la empresa hidroeléctrica binacional Yacyretá y afirmó que su gestión tuvo el "honor de terminar esa obra que parecía imposible de terminar". Sin embargo, no detalló los inconvenientes que tiene hoy Asunción por pagar una deuda estimada en más de 10.000 millones de dólares con el Tesoro argentino.
Si bien la Presidenta instó a ambos países a avanzar en la construcción de nuevas represas en común, en diálogo con LA NACION el presidente Cartes se mostró poco inclinado a avanzar en nuevos proyectos sin antes resolver el tema de esa deuda.
Antes del almuerzo que mantuvieron en el Museo del Bicentenario los presidentes instruyeron a los cancilleres Héctor Timerman y Eladio Loizaga a fijar un plan de ruta de los problemas que hay entre ambos países y analizar eventuales soluciones. Este informe técnico deberá estar listo antes de 60 días. Allí se incluirán temas como la deuda de Yacyretá, las trabas a la importación de productos, los proyectos de hidrovías, la marcha del Mercosur y las negociaciones del bloque con la Unión Europea, entre otros temas.
Este amplio menú forma parte de lo que Cartes denominó "los temas pendientes". Cristina Kirchner buscó mostrar la mejora en las relaciones diplomáticas con la entrega a Cartés de una copia del sable corvo que el general José de San Martín le entregara a Juan Manuel de Rosas. No sólo esto: también aludió a la guerra de la Tripe Alianza, a la que calificó como una "masacre".
OTRA REUNIÓN POR EL DIÁLOGO
La presidenta Cristina Kirchner convocó para hoy, a las 11, a empresarios y sindicalistas para otro encuentro en la Casa Rosada, dentro de la ronda de diálogo que inició tras la derrota electoral. En la agenda quedó pendiente analizar cambios al impuesto a las ganancias tanto para los monotributistas como trabajadores autónomos que se vean desfavorecidos por el impuesto.